El motín ocurrido recientemente en el CERESO de Tuxpan, siembra una duda fuerte sobre cuál es la situación real de seguridad en los penales y qué tanto realmente se está haciendo para combatir la inseguridad, indicó el vocero diocesano, Helkyn Enríquez Báez.
"Sabemos que también este tipo de acontecimientos pues nos hace pensar sobre cómo está el sistema penitenciario en nuestro país, los que deberían de ser verdaderamente centros de rehabilitación, de ayuda, de promoción de las personas, de reintegración social o readaptación como se dice, pero que sabemos que no siempre cumplen este objetivo".
Consideró que ahora es la oportunidad de revisar las condiciones en las que se busca la readaptación y reintegración de las personas.
Pues si bien es cierto que está contemplado en la ley, la penalización por los delitos y la sociedad exige un sistema de justicia que así lo cumpla, por otro lado, también se sabe que un motín siempre altera el orden y la paz de una comunidad.
"Tendría que ser, pues evitable y pues también, esto creo, que ahora nos hace revisar cómo está la seguridad en nuestro país y ciertamente que hay sectores que indican que todavía no se alcanza el nivel adecuado y falta mucho por hacer en nuestro país en este rubro".