Apreciable psicólogo Joaquín Rosas Garcés:
Respetuosamente me dirijo a usted para que a través de su prestigiado medio informativo electrónico haga público mi respaldo total y el de mi esposa también, al "Instituto Científico Motolinía", desmintiendo categóricamente lo manifestado en la misiva que algunos "padres de familia" enviaron a su redacción, relacionado con la forma de educar religiosamente de las Hermanas Misioneras de Jesús Sacerdote (madres del ICM) a los alumnos.
Mi esposa y un servidor, somos padres de dos alumnas de ese Colegio. Somos parte de la familia Motolinía desde hace 15 años y puedo decirle a usted y a sus lectores, que durante todo este tiempo que llevamos formando parte de la Institución, nunca hemos observado alguna conducta negativa o de "obligación" en la instrucción católica por parte de las monjas para con nuestras hijas. Muy por el contrario, es una escuela que además de mantener un nivel académico de excelencia, educan a nuestros hijos con los valores que hoy en día están tan faltos en nuestra sociedad.
Si bien es cierto que como Institución educativa puede tener algunas deficiencias, éstas quedan opacadas ante el alto rendimiento académico, cultural y deportivo que el Instituto tiene y que le ha dado el reconocimiento en nuestra ciudad y dentro de toda la comunidad educativa Motolinía del País.
Es absolutamente falso el que las Hermanas Misioneras obliguen a nuestros hijos a rezar en el patio sucio y mojado. Si algo tiene la Directiva del Instituto, entre otros tantos, es el buen hábito de mantener limpias e higiénicas todas las instalaciones del plantel, desde su entrada hasta el último rincón.
El patio principal de la escuela es techado y generalmente todos los eventos de cualquier tipo se llevan a cabo en ese lugar. No obstante ello, cuando las condiciones meteorológicas no lo permiten, estos eventos son suspendidos y en algunos casos, dependiendo de la importancia del mismo, es cambiado a algún lugar cerrado.
Finalmente y agradeciendo de antemano la atención a la presente y su publicación en su medio informativo, sería muy bueno que la sociedad que no conoce la escuela, se acercara a conocerla y de esa manera constatar lo aquí dicho.
Nuevamente agradezco su atención y quedo de usted muy atento.
Atentamente
Carlos Roberto Jacobo Ramírez