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Sección: Estado de Veracruz

Movilidad y carencias en Salud definirán cuándo acaba la cuarentena en Veracruz

- Fidel Mendoza, epidemiólogo de UV, colabora con SEV en proyecto de regreso a clases

- Pese a pronósticos sobre muertes, “si seguimos sin control social los resultados serán más graves”

- Hablar de “nueva normalidad” es “manoseo mediático”; no da resultados contra pandemia

José Topete Xalapa, Ver. 17/06/2020

alcalorpolitico.com


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Indicadores, como la movilidad en zonas conurbadas así como reconocer carencias en servicios de salud en los diferentes municipios, deben ser fundamentales para definir el término de la cuarentena por coronavirus en Veracruz y el regreso de actividades, como las escolares o de trabajo.

Esto lo planteó el especialista en epidemiología aplicada e investigador de tiempo completo del Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana (UV), Mauricio Fidel Mendoza González.

En entrevista, explicó que a la fecha se trabaja en un proyecto junto con la Secretaría de Educación de Veracruz para el regreso a clases.



Mendoza González resaltó la importancia de considerar los polos de desarrollo económico de la entidad en zonas como el puerto de Veracruz, una de las más afectadas por la pandemia, con mayor densidad poblacional, así como movilidad entre municipios conurbados.

En su opinión, tanto las autoridades como la sociedad veracruzana están en el mejor momento de tomar decisiones colectivas, partiendo de la opinión de expertos para ir planificando la manera en que se va a retornar a la vida diaria, aunque ahora considerando el COVID-19.

“Ya estamos en la posición de decir cosas más certeras, ya tenemos bastantes elementos con los que podemos crear grupos; se ha estado trabajando de forma aislada, nos impactó el aislamiento en casa, lo que yo sí creo es que estamos en el mejor momento de planificar”.



Señaló que a nivel personal, los ciudadanos deben de pensar en mejorar su condición de Salud con medidas como cuidar la alimentación, porque entre más sana esté una persona menos complicaciones puede tener por el virus.

A nivel colectivo, subrayó que se debe definir una estrategia para la convivencia diaria, ya que es un hecho que la economía de las familias “no va a soportar mucho más” con el resguardo preventivo en el hogar, aunque para pasar a una siguiente etapa debe quedar bien claro un plan.

“Debe de quedar bien claro cómo se puede salir, cómo lavarse las manos; a mí me da miedo salir a la calle y ver a la gente en la forma en que está conviviendo y te das cuenta de que las personas están ‘a la buena de Dios’, sin medidas de contención, sin control”, alertó.



Cuestionado sobre la llamada “nueva normalidad”, opinó que los ciudadanos no han entendido que sin control social los resultados de la pandemia serán más graves en cuanto a contagios y defunciones, pues actualmente el Estado atraviesa su momento crítico.

En cuanto al trabajo de las autoridades, dijo que el manejo de la contingencia y del regreso a actividades se debe basar en todos los factores que pueden influir en un menor impacto, resaltando el valor de indicadores sociales como las carencias de servicios de Salud.

“Cuando uno analiza eso, en el país es muy evidente que la mortalidad tiene una relación directa en aquellos espacios geográficos en donde los servicios de salud son más deficientes. No es una cuestión de ahora, es una cuestión de deficiencias y carencias de muchos años.



“Aquí también se podría decir que, además de la densidad, de la disposición y de todos estos factores que se mencionan a diario, también habrá que dar una atribución a la carencia de los servicios de Salud”, expuso Mendoza González.

Mortalidad en Veracruz

El investigador dio sus apreciaciones sobre las cifras de mortalidad reportadas por la UNAM, que ubican al puerto de Veracruz, Poza Rica, Coatzacoalcos y Minatitlán entre los 35 municipios con mayor mortalidad del país.



También sobre el posible crecimiento exponencial en las cifras de fallecidos por COVID-19, según predicciones de la Universidad de Washington, que calcula 5 mil 840 muertes para el mes de agosto, situando a la entidad como la más afectada del país después de la Ciudad de México.

Al respecto, Mendoza González matizó en que para considerar la gravedad en cuanto al número de defunciones, en un lugar se deben de considerar subregistros, así como otros indicadores que también podrían reflejar si están funcionando las estrategias gubernamentales, tal es el caso de la prevalencia de otras enfermedades que se complican con el COVID-19.

Recordó que el Gobierno de la República definió que para llevar la vigilancia epidemiológica se partiría del modelo Centinela para llegar a la situación “pasiva” que existe a la fecha, en que los servicios de salud sólo esperan la llegada de posibles infectados sin aplicar pruebas.



“En una pandemia como esta es importante reconocer y analizar el número de casos, la velocidad en que se están presentando, la incidencia, o número de casos nuevos conforme a la población y como el cuadro que tienen ahí (en la UNAM), que es el de mortalidad, que sólo está registrado con los municipios con más de 100 mil habitantes”.

Mencionó que todavía es complicado definir o proyectar cuáles serán las consecuencias que dejará el coronavirus en Veracruz, de ahí que los ciudadanos deben de considerar la detención temprana para intentar superar un posible contagio, sobre todo aquellos que son considerados población de riesgo al tener otros problemas de Salud.

“Lo que sí puedo decir es que la manera en que están estructurados los servicios de Salud tiene un impacto desfavorable; no hay detención temprana y hoy queda claro que si hay una virtud para poder prevenir la potencial muerte de un caso de COVID es la atención inmediata para los pacientes que tienen la posibilidad de complicaciones”.



“Es decir que, entre más rápido te diagnostiquen, si eres una persona mayor de 65 años, si eres obeso, eres diabético y tienes sintomatología urge la atención pero si no te dan esas opciones, se retrasa todo”, indicó.

En ese sentido, destacó el caso de Xalapa, que es la Capital del Estado, supera los 100 mil habitantes y además está conurbada con municipios relativamente grandes pero no está destacando en mortalidad, como ocurre con Veracruz, Poza Rica, Coatzacoalcos y Minatitlán.

Añadió que, a nivel local, se debe contemplar la tasa de mortalidad no considerando los municipios de 100 mil habitantes, lo que deja en claro que uno de los municipios con más fallecidos es Nanchital, que suma 15 sospechosos, 55 confirmados y 24 defunciones sin superar los 30 mil habitantes.



“Eso quiere decir que algo está pasando en Nanchital, porque quizá hay retraso, hay factores de riesgo y en esos municipios, los que presentan altos niveles de tasa y prevalencia de enfermedades crónicas, como diabetes, consumo de alcohol, tabaco, lo que también tiene una influencia, es como se hiciera un caldo de cultivo de riesgo”, explicó.

El investigador añadió que estos factores externos acompañan el riesgo que tiene una persona de padecer complicaciones en caso de contagiarse, de ahí que se debe de considerar la situación de cada municipio, sobre todo aquellos que son vecinos de los que tienen mayor prevalencia.

Sostuvo que una de las cuestiones que siempre quedará en entredicho es la de no haber aplicado un mayor número de pruebas y los registros de fallecidos por influenza, sin embargo, los datos que se presentan permiten organizar cercos epidemiológicos y establecer una contención de la enfermedad, lo que a su parecer no se está haciendo de forma efectiva.



“Así como se está manejando es como la Federación lo decidió y no estoy diciendo que sea la manera incorrecta; simple y sencillamente se apostó por esta forma. Tenemos un sistema de Salud carente, que a través de los años se ha ido desmantelando y esto se evidencia con todos los factores que se están señalando”.

“A pesar de las carencias, ha sido importante el manejo que el personal de Salud le está dando a los pacientes; el trabajador de la Salud se ha rifado, está trabajando con pocos recursos y resolviendo problemas de coronavirus”.

Mendoza González reiteró que para regresar a las actividades se debe considerar la densidad urbana y la forma en que los ciudadanos se pueden trasladar; de limpieza y medidas de protección, así como considerar lugares con carencias como las del agua potable.



Añadió que personalmente tiene respeto por la labor del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, sin embargo, ha existido un “manoseo mediático” de la pandemia manejando términos como “nueva normalidad” que desde su perspectiva no están resultando útiles para reducir contagios y número de fallecidos.

“Apreciaciones como las de la UNAM y de la Universidad de Washington son serias pero al final de cuentas son matemáticas, si seguimos sin control social los resultados serán más graves, estamos en un momento crítico de transmisiones en Veracruz, ya que la pandemia entró tarde, por ello todavía se puede hacer mucho por el bien de todos”, añadió el especialista en epidemiología aplicada.