Muertes en Hidalgo muestran que, por ambiciones, el pueblo mexicano ha perdido la fe

Durante la homilía de este domingo, el arzobispo Hipólito Reyes Larios, dijo que los hechos sucedidos en Tlahulilpan, Hidalgo, donde 79 personas fallecieron luego de la explosión en un ducto de PEMEX, se debieron a que "el pueblo mexicano ha perdido la fe y las personas se han alejado de Dios por las ambiciones".

“Nuestro País padece cada día más desgracias, más asesinatos y feminicidios, ahora con el famoso huachicol, pudimos ver ese espectáculo espantoso donde murió tanta gente y parece que no para; les pido que redoblemos nuestra fe y oraciones a Dios”, agregó.

Mencionó que desafortunadamente toda la sociedad se ha apartado de las enseñanzas del evangelio, de los mandamientos; lo cual ha resultado en una vida de libertinaje, de abusos y de excesos.



Señaló que los ciudadanos día a día adquieren actitudes negativas, como la rapiña, mientras que en otros tiempos en esas situaciones sólo se buscaba ayudar y no perjudicar al prójimo.

“La rapiña que se manifestó hace unos días es inaceptable, antes se buscaba ayudar al caído, pero ahora tal parece que lo están invitando a apropiarse del que está en desgracia.

El Arzobispo, en otro orden de ideas comentó que la familia conformada por el matrimonio cristiano, son agredidas constantemente por las ideologías de género que prevalecen en la actualidad, donde la sociedad tiene otras posturas como el invento de nuevas familias.



“A veces desde la escuela las familias son agredidas con nuevas 'ideologías de género'; el invento de nuevas familias son otra cosa, ya que el fundamento de una familia significa el hombre y la mujer, capaces de amarse y tener hijos y no lo que plantean ahora”, concluyó.