El Museo “El Lencero” es un sitio histórico ubicado en el municipio de Emiliano Zapata. Esta propiedad abarca 8 hectáreas y fue fundada en 1525, como una venta, es decir, una hostería o pasada, una de las 10 que había en el camino de Veracruz a la Ciudad de México. Esta hacienda muestra el estilo de vida de mediados del Siglo XIX y aquí, los visitantes aprecian una importante colección de muebles, en su mayoría ingleses y franceses.
El primer dueño que tuvo fue uno de los soldados de Hernán Cortés, Juan Lencero, de quien recibió su nombre. A lo largo de su historia tuvo 27 propietarios. En 1935, Don Rafael Murillo Camacho compró 28 hectáreas donde estaban ubicadas el casco principal, el edificio de la fábrica, el acueducto y el manantial. Fue la señora Lourdes Ortiz Monasterio quien vendió la hacienda al Gobierno del Estado en 1981, por lo que se creó el Patronato para la Administración, Conservación y Mantenimiento del Museo “El Lencero”, para administrar este sitio histórico y dar cabida a los turistas nacionales y extranjeros.
En la zona se ubican dos casas y una capilla. La primera que se observa es conocida como “Casa de las Monjas” y anteriormente fue un convento. Ahora funciona como la cafetería del museo.
La capilla fue ampliada con los arcos, cuando el general Antonio López de Santa Anna los mandó construir para celebrar su boda con Doña Dolores Tosta. Él adquirió la hacienda el 27 de mayo de 1842. Nacido en Xalapa, desde pequeño conocía la Hacienda y adquirió mil 755 hectáreas por 45 mil pesos. Fue durante el gobierno de Ignacio Comonfort, en 1856, que se decretó el embargo de todos los bienes de Santa Anna y El Lencero se vendió en 1870.
En uno de los jardines hay una higuera de 500 años que fue utilizada para albergar un palenque, se usaban su ramas para el espectáculo y ahí mismo vivían los gallos. En la hacienda hay muebles, pinturas, platos, cientos de objetos que se encontraron y que fueron colocados para dar un aspecto más real de cómo estuvieron distribuidas las habitaciones, así como el uso que tuvieron.
La casa no cuenta con luz para conservar su ambiente natural. La planta baja se utilizaba para las visitas y la planta alta era para los dueños de la hacienda. Hay muebles de madera, tallados a mano, incluso en una sola pieza, como un sillón que tiene la cabeza de un águila, la cara de un indio y las garras de águila. Se pueden ver camas de latón con colchas bordas a mano; imágenes religiosas como el Cristo de dos siglos cuyo origen se desconoce.
En la recámara principal está la cama de latón que perteneció a Santa Anna, cuenta con el escudo nacional y la corona de la época; hay un enorme ropero francés que le perteneció a la esposa del general Juan de la Luz Enríquez, María de Jesús Lago. Este ropero cuenta con 5 puertas, en la parte de abajo 5 cajones, en la puerta lateral izquierda 5 cajones y detrás del espejo iban los vestidos. Su cualidad es que las personas que se reflejan en él se ven más altas y más delgadas.
Durante el recorrido por la hacienda se pueden visitar las recámaras de huéspedes, de enfermos, las salas de descanso, de lectura, de juegos, de armas y trofeos, la cocina, los baños, el cuarte de alimentos, incluso una sala dedicada a las bellas artes con instrumentos antiquísimos como un chelo, el arpa y un piano francés.
También se visitan las cocheras donde aún se conservan dos carruajes que se utilizaban para viajar de Xalapa a Veracruz. Son de madera forradas con piel; sus ruedas son de madera con recubrimiento de caucho y eran tiradas por caballos.
Hay una colección de planchas de carbón y de llaves de los diversos candados de la hacienda. Hay uno de fabricación inglesa, con el ojillo escondido que aún funciona. En la fuente de los deseos, los visitantes caminan tres pasos y de espaldas lanzan la moneda para que se cumpla lo que pidan.
Cuenta con un manantial, un lago y un espacio que fue usado como alberca natural donde ahora viven patos. Uno de los relatos de esta hacienda, cuenta que ahí habitó un cisne negro y decían que era el alma del general Santa Anna.
Este lugar es un excelente recorrido para estos días de vacaciones y está abierto de martes a domingo de 10 de la mañana a 6 de la tarde. Su costo es de 35 pesos adultos; niños menores de 4 años, estudiantes y tercera edad pagan 25 pesos.