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Sección: Estado de Veracruz

Música de un veracruzano, a la espera de ser encontrada por seres de otro planeta

- Canción “El Cascabel”, de Lorenzo Barcelata, se lanzó en un disco al espacio junto con melodía de “Los Beatles” en los 70s

- Nacido en Tlalixcoyan, fue uno de los compositores mexicanos más importantes en los años 30s

- A 70 años de su fallecimiento, UV, Conaculta e IVEC, rendirán homenaje este miércoles y jueves

Guadalupe H. Mar Veracruz, Ver. 28/07/2015

alcalorpolitico.com


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Lorenzo Barcelata Castro es poco o nada conocido por las nuevas generaciones en el estado de Veracruz, donde nació en 1889, en el municipio de Tlalixcoyan, pero en Europa y Estados Unidos es una reconocida figura de la música, pues su composición “El Cascabel”, forma parte del disco de oro que junto con la de Los Beatles y otros destacados, se lanzó en una nave espacial en los años setenta, para que civilizaciones extraterrestres conocieran al habitante del planeta tierra.

“Por eso él no va a morir nunca”, asegura María Elena González Barcelata, nieta del compositor, quien refiere que la grandeza de Lorenzo Barcelata se refleja desde su lugar de origen; “esa es la grandeza de un muchacho que sale de un pueblito que no se conocía en el mapa; Tlalixcoyan, Veracruz, que era un pueblo que cultivaba el tabaco, ese fue su primer trabajo, liar tabaco”.

A instancias de su madre, Petrona Castro, quien le dijo que “él sería grande” y consecuentemente “no puedes quedarte aquí liando tabaco”, viajó al puerto de Veracruz, luego a Tampico y de ahí a la fama internacional, al lograr en 1940 el primer lugar de popularidad en Nueva York, Estados Unidos, con su canción de vals “María Elena”.

La “Gloria Nacional”, como le denominó el fallecido escritor Carlos Monsiváis a Lorenzo Barcelata, escribió, grabó y registró 214 canciones con la compañía Peer Music, además de otras 41 más, que nunca registró porque a decir de su nieta María Elena, son parte de un compromiso que hizo con la estación de radio XEFO, para presentar cada noche, una canción nueva con la que deleitaba a los radioescuchas, “ni siquiera tienen un título, él las tenía todas en la cabeza, él era lirico, no tenía estudios, el que le ponía la música era Manuel Esperón. No fueron registradas, las tenía en papelitos, servilletas, existen como poesía, sin registrarse”.

Esa gran producción musical de Lorenzo Barcelata, le ha merecido el reconocimiento, a más de 70 años de su fallecimiento, tanto que la Sociedad de Autores y Compositores de México, a la que están afiliados más de seis mil autores, la cual le concedió hace tres años un diploma a manera de testimonio por ser parte de los cien compositores más importantes de la Asociación.

La compañía Peer Music, recientemente le reconoció por sus más de cien años de trayectoria, entregándole a su nieta María Elena González Barcelata, un reconocimiento por la perdurable producción del veracruzano, mismo que denominaron Trayectoria Lorenzo Barcelata.

“Su música nunca va a morir”, confiesa la orgullosa descendiente del autor veracruzano, quien señala que el reconocido autor no solo tenía inteligencia para plasmar en sus canciones la vida campirana de la década de los treinta en México, e imprimir en sus letras distintos ritmos, desde valses hasta música vernácula, sino que fue capaz de crear grandes escenarios musicales y hasta de descubrir verdaderas estrellas, detrás de personajes que alguna vez trabajaron como meseros.

Es el caso del fallecido actor Pedro Armendariz, que llegó a la industria cinematográfica descubierto por Lorenzo Barcelata, quien entonces dirigía en materia musical, una coproducción cinematográfica entre México y Estados Unidos.

Fue entonces cuando el de Tlalixcoyan, Veracruz descubre en el mesero que los atendía en el entonces Hotel Regis, a un sujeto de rasgos mexicanos, varonil que además sabía hablar inglés, por lo que le piden que participara en la película a lo que responde “yo soy mesero no soy actor”, pero Lorenzo Barcelata argumentó “sí, pero te vamos a pagar pesos en oro”, a lo que el mesero bilingüe le responde “si ustedes me enseñan” y le enseñaron tan bien que participó en otras cintas más norteamericanas y se convirtió en estrella, comenta sonriente y orgullosa la nieta del compositor veracruzano.

Otro caso de la visión para detectar a las grandes estrellas fue el “Trio Calavera”, cuyos integrantes estudiaban medicina, de ahí el nombre del trio musical, porque a la profesión, en la década de los treinta, se le identificaba con una calavera. El grupo musical saltó a la fama al participar en una de las películas de la llamada “Época de oro del cine mexicano”, luego de que fuera descubiertos por Lorenzo Barcelata, a través de un concurso de tríos y rondallas para participar en el repertorio musical que habría de presentarse en la película “Las Cuatro Milpas”.

Según la descendiente de Lorenzo Barcelata, la dirección musical de todas las películas no era sólo el trabajo de su abuelo, pues el traje de charro también es creación del compositor veracruzano, esto cuando sugirió que los participantes en la película “Allá en el rancho grande”, 1936, se vistieran de charros, entre ellos Tito Guizar.

“Ahí inicia, si ellos no se hubiera vestido de charro, no fuera el traje de charro el traje nacional porque fue la película que llevó por el mundo entero la imagen de México”, dijo emocionada, confensando que luego de eso, según le confiara su familiar, cualquier idea que llevaban de una película, los directores de esa época les decían “Sí, pero métele caballos”.

La alegría de vivir y su creatividad acompañaron la vida de Lorenzo Barcelata quien lo mismo montaba una chinampa para una película, que componía la canción que habría de interpretarse en la cinta. “Era creativo y tenía mucha alegría, como amigo era de los que daban la vida por los amigos y si ganaba mil pesos, llamaba a sus amigos y les decía: vamos hacer una fiesta hasta que se nos acabe el dinero. Nunca dejó de apoyar a los amigos cuando no tenían dinero, para él era importante la amistad y no el dinero, no era el apego al dinero y a las casas, nada material, era un bohemio en toda la extensión de la palabra yo estoy orgullosa de él, por eso sigue vivo, sigue vivo en el recuerdo de alguien a quien ayudó”.

El mejor homenaje que se le puede hacer a Lorenzo Barcelata, quien con su música logro ser inmortal, es el que los grupos musicales se unieran y grabaran algunas de sus canciones para que las conozcan las nuevas generaciones a decir de su nieta María Elena González Barcelata, a quien le propusieron que a través de un acuerdo de cabildo se le denominara Post Morten a Lorenzo Barcelata “Hijo Predilecto de Veracruz” y yo les dije “eso no le sirve para que se toque su música, denme la oportunidad que llegue su música a todos, porque una vez que la escuchen les gustará, para Lorenzo Barcelata ese es el mejor regalo que le pueden hacer, gracias a Dios sí lo han hecho – me hicieron caso- le han dado el espacio para que se dé a conocer su música”.

Por ello el Ayuntamiento de Veracruz y la Universidad Veracruzana le prepara este miércoles 29 de julio, en el museo de la ciudad, un homenaje con motivo del 117 aniversario del natalicio del compositor veracruzano en donde el barítono Cecilio Juárez y el grupo Nematatlín, interpretarán su música y participará también el Ballet Tradiciones de México del Maestro Sergio Vázquez.

En tanto que el IVEC y Conaculta harán un concierto homenaje este jueves 30 de julio, con la participación de los Pregoneros del Recuerdo, que interpretarán 15 canciones de Lorenzo Barcelata, esto en el teatro de La Reforma.

El sueño de su nieta María Elena, además de estos homenajes en el mes de julio, es que la Orquesta Sinfónica de Xalapa, interprete la música de este compositor veracruzano, cuya producción musical se encuentra ya en el espacio, mientras que en la tierra, los coleccionistas, sobretodo en Europa y Estados Unidos, buscan para comprar, por cierto a precios muy altos, los discos con la producción musical de Lorenzo Barcelata.

Las canciones más famosas de Lorenzo son “Por ti aprendí a querer” y “María Elena” también conocida como “Tuyo es mi corazón” la cual ha sido grabada en muchos idiomas, “El cascabel”, “Quiéreme chiquita, El Querreque, , "El coconito", "Presumida", "El siquisiri", "Tú ya no soplas", "Las cuatro milpas", "El arreo", "Corrido del agrarista" y "El toro coquito".