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Universidad Anahuac

Sección: Vía Correo Electrónico

Nación en ruinas: legado de Peña Nieto

Jorge Salazar García 01/10/2018

alcalorpolitico.com

En política, la palabra de una autoridad no debería bastar para juzgar como cierto o falso un hecho de gobierno que nos afecta, aunque se nos repita mil veces. Por ejemplo, Peña Nieto, con una costosa campaña desplegada en los medios de comunicación, nos quiere persuadir de haber dejado un país en jauja (donde reina la prosperidad y la abundancia) como resultado de su gestión. El derrame de autoelogios no ha funcionado para vender una imagen falsa y desgastada como la suya. La gente vive otra realidad y no le cree. Esa publicidad tampoco era necesaria para informar a sus cuates (Banqueros, grandes empresarios, los Duarte, Moreiras, Montieles, etcétera) sobre la abundancia que les otorgó, ya lo saben. De cualquier modo, lo cierto es que la bonanza cantada no coincide con la percepción de la mayoría de los mexicanos.

Entonces ¿Cuál es el propósito de ella? ¿Acaso se quiere sublimar los sentimientos de enojo y frustración de sus víctimas mostrando una Nación próspera, inexistente? o ¿El objetivo es trasladar la responsabilidad del inminente desastre al gobierno entrante? Conociendo la ignorancia y perversidad del copetón, esa propaganda (diseñada por otros) la usará para satisfacer sus instintos de venganza en contra de los 30 millones de “ingratos” que lo maldicen un día si y el otro también. Consecuente con su negra entraña, ¿ha aceptado minar la legitimidad de López Obrador y atarle las manos cuando crean peligren sus privilegios? Si es así, eso explicaría el alarmante incremento de la criminalidad (aumento de precios, despojos, robos, asaltos, fraudes, ejecutados, desaparecidos) después de las elecciones. Al grito pirata de ¡al abordaje! y amparados por la IMPUNIDAD

garantizada por el corrupto poder Judicial, ha lanzado sus mastines sobre la inerme humanidad del ciudadano.

El copete engomado nos heredará una Nación en ruinas: el territorio está sembrado de cadáveres, en pueblos y ciudades hay regueros de sangre (ejecuciones), por doquier hay borbotones de dolor por los desaparecidos y secuestrados, vemos rostros angustiados en millones de desempleados y niños abandonados a su suerte en cada esquina, nos deja un medio ambiente desbastado, ríos y playas contaminadas, pandemia de enfermedades de la pobreza, fuerzas gubernamentales corrompidas y abusivas, pensiones saqueadas y una deuda descomunal. Si en algo ha sido eficiente como gobernante, Peña Nieto, es generando condiciones de extrema inequidad.

Para resolver estos gigantescos retos, el gobierno entrante requerirá de paciencia, sabiduría y mucho apoyo del pueblo organizado. De otra manera ¿Cómo crecer de inmediato sin una planta industrial propia, con el agro desmantelado, sin bancos ni infraestructura suficiente, sin ferrocarriles, con playas, bosques, minas, petróleo privatizados y entregados al extranjero? ¿De dónde obtener recursos para el desarrollo social (educación, salud, medio ambiente, vivienda) y generar empleos? De los impuestos no; AMLO prometió no incrementarlos. Lo que se obtenga por el combate a la evasión fiscal

y la corrupción tampoco alcanzará.

Seguramente AMLO desea cumplir sus promesas, pero no habrá dinero en las arcas. Algunos compromisos tendrán que ser postergados y sin duda, esto, será aprovechado por los cancerberos del Capital para agitarle las aguas cuando así convenga. Podría pedir más préstamos, pero la deuda esta llegando a niveles incontrolables. El monto de 10.3 billones crece ¡2 230 millones de pesos diarios¡ y tan sólo para el pago de los intereses, este año deberán erogarse 713, 843 millones de pesos. Esta cantidad, comparada con el presupuesto aprobado (5.3 billones)[1] representa el 13.2 % y es superior a lo asignado a Educación (676, 624 mdp) por ejemplo. En este aspecto, una posible salida sería exigir su revisión y renegociación o, de ser necesario, declarar una suspensión de pagos como lo hiciera Benito Juárez, en 1861. Aunque eso implica riesgos peligrosos, el Peje tiene la capacidad y habilidades políticas para lograrlo.



De lo anterior es pertinente preguntarse ¿Podrán los mexicanos esperar más tiempo la Justicia Social negada? ¿Se habrán dado cuenta que el DINOSAURIO sigue vivo y con poder amenazante?

La respuesta mi amigo, como dice Bob Dylan[2] en su canción de igual nombre, esta flotando en el viento.



[1] http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/PEF_2018_291117.pdf
[2] Canción publicada en el álbum de estudioThe Freewheelin' Bob Dylan

en 1963.