La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, abrió la puerta a revisar la concentración de concesiones de taxi en manos de particulares, luego de que algunos choferes denunciaran que trabajan bajo esquemas abusivos, pagando cuentas elevadas mientras los concesionarios acumulan hasta 10 o más permisos.
“Hay casos que se están revisando. Ricardo Ahued ya está en mesa con los taxistas para ver cada situación. Sabemos que hay concesiones que se acapararon en sexenios pasados, como el de Fidel Herrera. Vamos a ver cómo está ese tema”, dijo la mandataria en rueda de prensa.
Nahle reiteró que la tarifa mínima de 14 pesos –vigente desde 2002– no se había actualizado en más de 20 años. “Los usuarios empezaron a quejarse. Nos decían que cada quien cobraba lo que quería. Era evidente que no había orden ni tarifas visibles”, afirmó.
Agregó que el Gobierno del Estado realizó un análisis técnico por regiones, ajustando los precios con base en la inflación acumulada y aplicando el valor presente en cada zona. “Actuamos con responsabilidad. El tarifario se publicó conforme a la Ley. No es una medida política ni negociable”, subrayó.
Nahle también comparó el modelo veracruzano con otros sistemas de transporte: “En Ciudad de México hay taxímetro; en otras ciudades del norte del País operan como colectivos o ruteros. Aquí no hay taxímetro ni rutas fijas, por eso había tanta confusión y cobros arbitrarios. Nosotros llegamos a ordenar”.
La mandataria fue clara al afirmar que no se contempla aumentar la tarifa mínima a 40 pesos, como piden algunos grupos: “No vamos a violentar la Ley. Si alguien cobra más, que lo justifique como servicio convencional adicional, pero el tarifario oficial se queda conforme al índice inflacionario”.