Ubicado en la sierra de Chiconquiaco, a 32 kilómetros de la ciudad de Xalapa, se encuentra el municipio de Naolinco, reconocido no sólo por su dedicación a la fabricación del calzado, sino por la belleza de su paisaje y sus tradiciones.
En totonaco se llamó Tatimolo, Tati que quiere decir cuatro y Molo que significa movimiento; también era conocida como la tierra del pájaro cardenal o lugar de los cuatro movimientos del sol. Después de la conquista se le designó como Naolinco que en náhuatl quiere decir Nahui: cuatro; Ollin: movimiento del sol; y Co: lugar de los movimientos del sol.
Recorrer sus calles, es como regresar en el tiempo. En el centro se ha conservado la arquitectura y cada casa, cada fachada, es una mirada a su pasado. Ahí en el centro se encuentran el palacio de gobierno, el jardín con su kiosco y sus enormes árboles. Cerca de ahí está el panteón, el lugar donde las almas reposan en bellos altares que cada día de muertos son recordados con las cantadas.
“Es la fiesta de Todos Santos, la cantada, nos preocupa rescatar la fiesta porque es muy importante. La mayoría de los habitantes acostumbran abrir las puertasde sus casas por la noche del 1° de noviembre para que la gente llegue a entonar los cánticos que se conocen como alabados y alabanzas. También hay representaciones de Catrinas artísticas, participa todo el pueblo, este año se tiene programado algo alusivo al centenario y bicentenario; pretendemos que las instituciones educativas y la población en general participen en las muestras de las Catrinas”, señala Miriam Oliva, directora de Turismo de Naolinco.
En este lugar casi todos se conocen, es parte de la magia, y el 80% de la población de Naolinco se dedica a la industria de la piel, “todos en Naolinco sabemos hacer zapatos”, comenta al aire un señor en la plaza mientras compra un coco frío, “desde que somos pequeños aprendemos, es un legado”.
La zona comercial abarca las calles Doctor Lucio, Nicolás Bravo y Gutiérrez Zamora, “ahí pueden encontrar diversos artículos de piel como son chamarras, botas, cinturones, zapatos; tenemos más de 250 zapaterías y 3 plazas comerciales”, señala la funcionaria.
Naolinco cuenta con una vista espectacular de gran parte de la región y en días despejados se pueden apreciar no sólo el imponente Cofre de Perote, el Pico de Orizaba, sino también la ciudad de Xalapa y las obras del libramiento.
El mirador de las cascadas está abierto todos los días del año de 7 de la mañana a 7 de la noche y la entrada es gratuita. Hay una cafetería y el museo de artesanías. En época de lluvia las cascadas lucen con singular esplendor, “aquí se puede hacer un recorrido para caminar por los senderos, hay juegos para niños, cafetería y venta de artesanías, actualmente son de San Miguel Aguasuelos donde se hacen artesanías de barro y máscaras de madera; próximamente será un museo comunitario donde se expondrán máscaras que se utilizan para las fiestas de septiembre en honor de San Mateo Apóstol”, comenta Oliva.
La fiesta para conmemorar el centenario de su elevación a ciudad se llevará a cabo el 15 de septiembre, “una representación de una kermesse típica, habrá venta de vino, cantina, correo amoroso, cárcel, registro civil y todos vestidos acorde a la época”.
Las fiestas patronales de San Mateo Apóstol serán del 21 de septiembre al 3 de octubre. “Hay una danza de Moros y Cristianos que representa la lucha entre el bien y el mal, quedó de la época de la conquista y participan más de 100 personas, es una tradición muy apreciada por los turistas, esperamos 15 mil personas; Naolinco cuenta con 4 hoteles de 100 habitaciones para albergar a los turistas; se está construyendo un hotel por las cascadas para el ecoturismo”, agrega la funcionaria.
Si quiere comprar artículos de piel y disfrutar de ricos platillos como embutidos de cerdo, patitas en escabeche, chicharrones, chiles rellenos, no dude en visitar Naolinco, a sólo una hora de Xalapa.