Ni simulaciones, ni complicidad con indolentes o corruptos en la UV: Arias Lovillo

Al rendir su primer informe de labores, en donde refirió los avances, pero también las dificultades y los retos que tiene por delante, el rector de la Universidad Veracruzana, Raúl Arias Lovillo, refrendó su compromiso de trabajar por una institución sin simulaciones, “sin soslayo de nadie ni de nada y sin ser cómplice de indolencias y actos de corrupción”

En sesión del Consejo General Universitario que reunió a los diversos representantes de esta máxima casa de estudios y miembros de la Junta de Gobierno y a la que asistió el gobernador Fidel Herrera Beltrán, Arias Lovillo estableció que el compromiso social de la UV va más allá de la retórica y tiene que ver con el compromiso de ser una institución pública, transparente y que rinda puntuales cuentas de su ejercicio

En ese tenor, se refirió al problema de la UV con la empresa Rodríguez Pasquel, por el arrendamiento de unas computadoras, un hecho por el que circularon versiones dolosas y tergiversadas acerca de la realidad universitaria: “una campaña de desinformación y calumnias que generó un ambiente de hostilidad y de duda sobre el quehacer universitario que apuntaba, a la desestabilización de la vida interna de la institución y a frenar su desarrollo.

Ante lo cual, expresó, los acuerdos tomados con madurez y congruencia por el Consejo Universitario, permitieron encauzar la búsqueda de una solución del juicio mencionado, por lo que se han realizado las negociaciones necesarias, mediante la demanda de Amparo Indirecto que interpuso la UV; al momento se está a la espera de de una audiencia constitucional para el próximo 25 de septiembre.

Destacó que en este diálogo con los representantes de dicha empresa ha sido decisivo el apoyo y la intervención jurídica y política del gobernador Fidel Herrera Beltrán, pues se ha contado con la asesoría y el respaldo del Gobierno del Estado, en un acto que reafirma su actitud solidaria con la UV.

Luego hizo el anuncio de la creación de la Defensoría de los Derechos Universitarios, instancia que se encargará de conocer y resolver las quejas de los miembros de la Universidad, cuando éstos consideren que se han violado los derechos que les otorga la legislación universitaria, cuyo responsable será una personalidad universitaria cuya trayectoria profesional y académica y su solvencia moral, gocen del consenso de la comunidad universitaria.

Asimismo abordó el proyecto del Reglamento de Transparencia y Acceso a la Información que la UV le envío al Instituto Federal de Transparencia e Información, mismo que recibió comentarios elogiosos y que el siguiente paso será un encuentro público con expertos académicos de la UNAM, la U de G y el mismo IFAI con los que se analizarán y enriquecerán este proyecto, en un evento que tendrá lugar en breve.

Habló también que en el contexto del proceso electoral pasado, la Universidad se mantuvo al margen de los intereses partidistas. “nuestra convicción pluralista nos hace respetuosos de las diversas inclinaciones de los universitarios y nuestra convicción democrática de la legalidad del proceso”.

Más adelante retomó el hecho de que la UV avanza en lo académico, en la extensión universitaria y la difusión de la cultura, pero que lejos de estar satisfecho por ello, su pretensión es consolidar una Universidad sin simulaciones, lo cual es lo que exige la gran mayoría de los estudiantes y que por eso, “sin simulaciones, con objetividad y sin soslayo de nadie y de nada” se ha adentrado en el reconocimiento de las carencias y errores”, dejando en claro, de frente a la comunidad universitaria, que prefiere enmendar que condenar; “pero eso sí, nunca seré cómplice de indolencias y mucho menos de actos de corrupción”

En tal sentido señaló que la mejor y más eficaz vía para reformar y corregir es la autocrítica: “Saben compañeros consejeros que no miento, cuando afirmo que hay profesores que hacen como que dan clases; investigadores que aparentan investigar, trabajadores y funcionarios que fingen trabajar;

Aclaró que éstos son la excepción, por supuesto, pero aún cuando sean pocos, precisó que es intolerable que el problema exista, porque además la Universidad debe ser exactamente lo opuesto a la inmoralidad que representan el engaño y la mentira.

Y en esa autocrítica, admitió que la legislación de la UV es anacrónica; la estructura organizativa es desproporcionada y en muchas partes inoperantes, con servicios mas costosos y, ante eso, uno de los mayores reclamos de los estudiantes es la frecuente inasistencia de los profesores.

“De los trámites engorrosos se quejan los trabajadores, los académicos y los propios alumnos; no son pocas las veces que explotan problemas con las nóminas, todo tramite se convierte en martirio. Hay evidentes fallas en el cuidado de espacios escolares.

Son paradojas, recalcó, que prueban desequilibrios e insuficiencias, lo cual no se puede permitir y son inaceptables cuando la UV tiene los recursos humanos y tecnológicos, de manera que si vamos bien, podemos cambiar mejor.

Por ello, advirtió, no vamos a dejar que problemas como los mencionados entorpezcan un proceso que ha colocado a la Universidad Veracruzana en el lugar digno que ahora ocupa.