Tras la manifestación que realizaran habitantes del municipio de Ixhuatlancillo por la definición de los límites territoriales, donde acusaron al gobierno de haber usado a la iglesia para que se lograra el reparto del territorio, el obispo Marcelino Hernández, indicó que la asociación religiosa nada tiene que ver en este asunto.
"Yo quiero mucho a los de Ixhuatlancillo, no sé por qué me insultan, no tengo nada que ver en los límites, estuve de testigo cuando los dos Presidentes Municipales le dijeron al Gobernador que ya se habían puesto de acuerdo y que querían que se atendiera los lugares que no eran atendidos pero yo no influí”.
El prelado dejó en claro que a la iglesia en nada le perjudica, pero tampoco le beneficia, el hecho de que más colonias pertenezcan a Ixhuatlancillo u Orizaba, toda vez que el trabajo que tiene que hacer está en los 28 municipios correspondientes a la jurisdicción de la Diócesis.
A pregunta expresa si tiene conocimiento o queja de que el padre Porfirio recibió un automóvil y 20 mil pesos, por convencer a la gente de no oponerse a la delimitación territorial, declaración que hicieran los pobladores de Ixhuatlancillo, el Obispo pidió que al sacerdote se le respete, y negó rotundamente que esto sea cierto.
"El padre Porfirio es una persona tan honesta como para que lo insulten tan feo, por eso pido respeto y que no sean groseros. Sé que hay por ahí unos agitadores que les gusta hacer ruido, que lo hagan pero que no me maltraten a los padres”.