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Sección: Estado de Veracruz

No formamos activistas sociales, formamos líderes de la religión: padre José Juan

-Los seminaristas trabajan en “Apostolados límite”: vejez, enfermedad, orfanatorios, cárceles niños de la calle

-El sacerdote no busca una profesión sino una vocación, que es la auténtica realización humana

?ngeles Godoy Morales Xalapa, Ver. 22/02/2011

alcalorpolitico.com


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“No formamos activistas sociales; formamos líderes empapados de la religión. Lo que nos interesa es que los jóvenes tengan un encuentro con Cristo que desencadene enel compromiso social”, indicó el sacerdote José Juan Sánchez Jácome, director de la oficina de Comunicación Social de la arquidiócesis de Xalapa.

Precisó que los grandes rubros de la formación sacerdotal son moldear hombres que tengan la capacidad y madurez psicoafectiva para entender al hombre de su tiempo, “que se distingan por ser personas integradas y conocedoras del medio donde se desenvuelven; deben ser hombres de su tiempo y de Dios, porque lo que aportamos son los valores del Evangelio”.

Aclaró que no buscan presentar una ideología, ni a ellos mismos, sino un proyecto mayor que proviene del cielo, así como también necesitan formar hombres de comunión, “que sepan trabajar en equipo, con hombres, mujeres, niños y adultos”.

Agregó que el señalamiento realizado por el padre Salomón Lemus, respecto a que en los seminarios han metido mucha liturgia y oración, hace falta transformar la realidad, se puede referir a que no forman gente para que esté encerrada, “no formamos gente para que simplemente sirva al culto, o para que entienda su vida y realización personal desde la liturgia de la Iglesia”.

El sacerdote, entrevistado en su oficina, comentó que se trata de formar personas que conozcan la realidad donde se desenvuelven, con experiencias profundas con Dios. Indicó que por ello cuentan con los apostolados ya que tienen gente trabajando en las prisiones, con migrantes, hospitales, con niños de la calle, prostitutas, “gente que está haciendo una gran labor social, pero no como activistas sociales, sino como testigos del Evangelio de Jesucristo y así es como tratan de entender su vida cristiana”.

Reiteró que para ellos no es algo extraña la vida de oración, a diferencia de un activista social que tal vez manifieste su filosofía entregándose a las causas sociales, “la oración es fundamental para permanecer en un apostolado y un servicio social como éste. Lo que desencadena el servicio solidario con estas causas, es precisamente la relación con Dios”.

Comentó que se trata de formar a los jóvenes para que además de conocer la realidad, se comprometan con las causas más urgentes de la sociedad, no como activistas sociales, sino como hombres de Dios, “como hombres de fe que van a prolongar el encuentro con Dios en la medida en que sean capaces de ser misericordiosos, atentos, y de ser serviciales con los más pobres y necesitados”.

El sacerdote afirmó que en el seminario, de acuerdo a su estructura, los jóvenes tienen la oportunidad de acercarse a las comunidades más necesitadas, “está relacionada con la cuestión académica que los jóvenes deben cumplir, pero además de eso, en el programa de actividades, se contemplan oraciones, trabajo físico, de campo que realizan los muchachos en el seminario”.

Precisó que en las experiencias de apostolado, los seminaristas tienen contacto directo con estas situaciones, “en Xalapa, los alumnos que estudian filosofía, los fines de semana son enviados a los Apostolados Límite, donde se confrontan con la vejez, enfermedad, presos, con las necesidades. Van a los orfanatorios, cárceles, están con los niños de la calle, porque es importante que ellos tengan esta cercanía para que cuando sean pastores, enfrenten y atiendan con el amor de Cristo”.

Reiteró que no son pruebas sino consecuencias de la fe, “no queremos alcanzar una profesión, esto es una vocación, es decir, la vocación va con la verdad de nuestra vida, con el ideal de la auténtica realización humana, se toma como una consecuencia de la Fe, No se puede creer en Dios si despreciamos al hermano, si somos insensibles ante las necesidades de muchos de nuestros hermanos. Así es como estos muchachos tocan estos ambientes para que cuando lleguen a ser sacerdotes este tipo de personas estén siempre como algo preferencial porque eso nos ha pedido nuestro Señor Jesucristo, optar por los pobres y necesitados”.

Actualmente, el Seminario Arquidiocesano Rafael Guízar y Valencia de Xalapa cuenta con alrededor de 120 alumnos seminaristas. El seminario menor corresponde a los estudios de Bachillerato y el seminario mayor corresponde a tres momentos de la formación, el curso introductorio y estudios de filosofía y teología; un total de 12 años de formación y, en promedio, se están ordenando 5 seminaristas cada año.