En Veracruz se puede hablar de una seguridad pública entrecomillada, mientras no haya un combate frontal a la corrupción e impunidad, aseveró Arturo Jaramillo Palomino, delegado provincial del Supremo Consejo de México y delegado en Veracruz del frente liberal "Jesús Reyes Heroles".
"El problema es que no ha habido voluntad y decisión, por tanta corrupción e impunidad que existe en todos los niveles, para meter orden".
Señaló que si no se cuida ese aspecto, Veracruz puede caer en la misma situación que hoy enfrentan estados como Chihuahua, Sonora.
El problema –agregó-- es que la delincuencia está penetrando las capitales de los estados y por ello, el sector empresarial está emigrando con su dinero al extranjero y eso provoca que a nivel nacional haya temor.
Por ello, expuso que la firma del Acuerdo Nacional para la Seguridad, la Legalidad y la Justicia es un hecho histórico, pues en ningún momento se había logrado el consenso de todos los sectores para enfrentar unidos a la delincuencia.
No obstante, uno de los inconvenientes de ese acuerdo –dijo-- es que el Ejecutivo Federal no quiere reconocer los errores y por ende aceptar que la seguridad pública del país "se le salió de las manos".
"Ojalá y no pase lo mismo que ha pasado con las veintidós reuniones del Consejo Nacional de Seguridad Pública, nada".
Jaramillo Palomino añadió que si no hay resultados a corto plazo para frenar a la delincuencia se corre el riesgo de que la ciudadanía tome las calles, como ocurre en países latinoamericanos y europeos.
"Podríamos caer a un nivel de caos y anarquía y llegar a la situación de que los militares tengan que poner orden, porque aquí no hay de otra, si los civiles no tienen la capacidad, voluntad y medios para actuar, entonces lo tendrá que hacer el Ejército, no hay otra".