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Sección: V?a Correo Electr?nico

No se puede argumentar que en nombre del dinero, se mate a seres vivos, opina

- Se pregunta si los diputados tendrán el valor de defender respeto y preservación de la vida

- Los animales no son juguetes a torturar, asesinar, para satisfacer un instinto cruel

Xalapa, Ver. 22/10/2010

alcalorpolitico.com

Estimado Joaquín:

Con vergüenza ajena leo los correos que defienden el sacrificio de los toros en espectáculos bárbaros. Sobra decir que estoy a favor de que se apruebe la Ley de Protección a los Animales. Sí, seguramente habrá empresarios que sufran afectaciones, como aquellos que crían gallos de pelea. Pero al Congreso del Estado le corresponde velar por el bienestar material, social y moral de su pueblo.

Recordemos que, a lo largo de los siglos, muchas costumbres injustas fueron abolidas. Es como si se criticara la abolición de la esclavitud, porque afectó a los dueños de esclavos, que eran propiedad de los hacendados, quienes también se opusieron en su momento a ello. Esos esclavos eran también seres vivos. Hoy aplaudimos esas medidas.

Lo que hace falta es valor; el valor cívico de los diputados para aprobar esta Ley. No se puede defender el derecho a asesinar, no se puede argumentar que, en nombre del dinero, se mate a seres vivos. Los gallos no piden que les pongan navajas en las patas para destrozarse unos a otros. Los toros no piden que los saquen a una plaza para pincharlos con banderillas y sacrificarlos con una espada. El torero siempre tiene la opción de negarse a torear o de exponer su vida al hacerlo; el toro nunca tiene esa opción.

A quienes gustan de la Fiesta Brava, ¿por qué no analizan otras opciones? Este festejo puede seguirse celebrando sin que la muerte deba ser el punto final. Puede torearse a animales con los cuernos limados, puede no matarse al toro. ¿Por qué matar es un festejo? ¿En qué clase de nivel intelectual y moral se asume que asistir a una fiesta de sangre y muerte, es disfrutable?

En los circos romanos se iniciaron las luchas de animales: leones contra toros, tigres contra elefantes… y personas devoradas por fieras. Al parecer, poco hemos evolucionado desde entonces. La ignorancia y el antropocentrismo continúan. Seguimos prensando que somos los reyes de la creación, únicamente por ser humanos. Y que los animales son nuestra propiedad, que tenemos derecho a decidir sobre su vida y su muerte, que son juguetes a quienes podemos torturar, asesinar, sacrificar en espectáculos, para satisfacer un instinto cruel.

Las peleas de gallos y las corridas de toros no son un deporte. Un deporte es donde se compite y donde el perdedor no muere. Un deporte se practica de humano a humano. El football es un deporte. El basquetball es un deporte. Aún prácticas violentas entre personas, como el box, son deportes, porque los dos han decidido pelear. Lo otro es crimen, barbarie, retraso cultural.

Es inaceptable suponer que una Ley de Protección a los Animales debe excluir a los toros de lidia y a los gallos de pelea, únicamente porque se van a afectar los intereses económicos de los empresarios. ¿No pueden dedicarse a otra cosa, que no sea a producir animales para que los maten?

La crueldad y el maltrato hacia los animales, hacia todos los animales, debe castigarse. Es el primer paso para practicar la crueldad con otras personas. Enseñarles a los niños que está bien matar a un toro, patear a un perro, destrozar a un gallo, es educarlos en la violencia y la falta de respeto a la vida. Sobre todo, en una sociedad tan violenta como la nuestra.

Ojalá y los intereses económicos, esta vez, no interfieran con lo que es indiscutiblemente ético, que es la preservación y el respeto a la vida. ¿Tendrán nuestros diputados el valor de defenderla?

Lo sabremos en unos días más.

Carlos Manuel Cruz Meza
Escritor y periodista
[email protected]