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Sección: Estado de Veracruz

Niños con cáncer del Hospital de Río Blanco, sin medicamentos y en riesgo por COVID-19

- Es una situación terrible. No hay para estudios, no sirven aparatos, no hay ni sábanas: AOPAC

- Son cerca de 60 menores que provienen de 56 municipios de la región de Zongolica

Miguel Valera Xalapa, Ver. 06/07/2020

alcalorpolitico.com


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“Terrible, terrible, terrible, de verdad”, así califica la señora Osi Pirez de Díez, presidenta de la Asociación Orizaba Propone, A.C. (AOPAC), la situación de 60 niños con cáncer del Hospital Regional de Río Blanco, un nosocomio del centro del Estado de Veracruz que atiende a 56 municipios de las Altas Montañas.

“No hay medicamentos, no hay para estudios, no sirven los aparatos en este hospital. Te puedo decir que no hay ni sábanas”, expresa, al comentar que ya en dos ocasiones hizo un fuerte llamada al Secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, “pero bueno, me encanta que no lo haya escuchado porque así ha de dormir más tranquilo”.

Por ello, añade, durante el mes de marzo interpuso una demanda de amparo en contra de las autoridades del Gobierno Federal y estatal, para que atiendan este desabasto y asuman la responsabilidad que por ley les compete.



“Yo tengo un amparo por estos 60 niños. Fue una tarea titánica. No creas, como mujer y como madre lo pensé y tomé la decisión. Sé que puede haber consecuencias, pero es más fuerte lo que siento por estos niños que las consecuencias que en un momento pueda haber, pero ya está”.

“Esto ya está en los juzgados. Se ejecutó el amparo por estos 60 chiquitos. No hay ninguna resolución. Aparte el COVID ha parado juzgados, ha parado todo, pero la verdad yo sí tengo mucho más pruebas, para decir, aquí ustedes fallaron. No les están dando absolutamente nada a los niños y eso, por ley, está más que penado. Se tienen que hacer responsables pero no nada más el Gobierno estatal, estamos hablando del Gobierno Federal”, refiere.

“Esta demanda no nada más es contra el Estado de Veracruz. Está metida la Federación, el Secretario de salud a nivel nacional, la Cámara de Diputados, la cámara de Senadores, todos, Cuitláhuac García Jiménez, el Secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, todos”.



“El derecho a la salud es íntegro: medicamentos, hospitalización, estudios, todo. Así lo marca la ley. Este es un derecho que tenemos”.

La señora Osi Pirez comenta que todos los niños atendidos en la torre pediátrica del Hospital Regional de Río Blanco, son hijos de campesinos, de familias muy pobres de la sierra de Zongolica, ninguno de ellos cuenta con Seguro Social.

Dijo que desde hace muchos años han venido ayudando a niñas y niños con cáncer de familias vulnerables y que a pesar de las dificultades que ha habido siempre en el sector salud, “luchábamos, a veces sí teníamos medicamentos, a veces no, pero la situación se iba manteniendo”.



Sin embargo, añade, “tristemente, a partir de que quitaron el Seguro Popular, no solo quitaron el Seguro Popular, quitaron todo. O sea, lo que te estoy diciendo es todo, todo. No había ni aspirinas, ni absolutamente nada”.

NIÑAS Y NIÑOS, EN RIESGO POR COVID-19

Además de la pobreza, la enfermedad que sufren estas niñas y niños, se suma la falta de medicamentos oncológicos y ahora el riesgo de contagio por COVID-19, señala.



Cuenta que actualmente tienen una situación muy triste, con un niño que se debate entre la vida y la muerte por una aparente “negligencia”.

“Un niño fue a consulta a la Torre Pediátrica, porque tenía varios síntomas. Lo vio un médico general que estaba en el área pediátrica de Oncología, que pues no sé, me sigo preguntando, cómo pudo dar consulta un médico general a un niño con un alto riesgo, porque si todos tenemos riesgo, los chiquitos tienen el doble y bueno, lo vio. Dijo que tenía un resfriado y lo mandó a su casa con paracetamol”.

“El miércoles al niño le tocaba su quimio. El miércoles se presentó el papá con el niño. No hubo ningún filtro, desde luego. Es más, el niño ingresó para que le pusieran su quimioterapia, porque ahorita solo está trabajando un oncólogo”.



“El oncólogo entró para revisar las quimios y los protocolos de los niños y se da cuenta en qué condiciones estaba el niño y en ese momento ya te podrás imaginar, Código COVID-19 y el niño está luchando entre la vida y la muerte, pero de la manera más intensa que te puedes imaginar”.

La presidenta de la Asociación Orizaba Propone, A.C. reflexiona: “los niños ya traen un plus, que es un cáncer, ¿cómo es posible que hagan esto?”.

Al mismo tiempo, aclara: “mis respetos para las enfermeras y los doctores. Mis respetos para el oncólogo del hospital y todo su equipo, para las enfermeras que ponen quimio, para las enfermeras que están en piso, pero no se me hace justo que por una negligencia de una persona, se ponga en riesgo ¿a cuántas más? Es una situación que veo con mucha impotencia”.



Por ello, insiste en que no sólo en el Hospital Regional de Río Blanco, sino en todos los hospitales, se implementen filtros sanitarios bien controlados.

“Sabemos que todos los médicos y las enfermeras están luchando, en la primera línea, con un gran compromiso, pero las autoridades deben establecer filtros sanitarios bien controlados y dos, dotarlos del mayor equipo que se pueda, porque ellos están arriesgando su vida con todo”.

“Y pues ojalá y las autoridades tomen carta en el asunto que pasó en este hospital de Río Blanco, con este chiquito. Definitivamente nos ha afectado mucho esto y créame que ha sido devastador al ver cómo este niño se debate entre la vida y la muerte, porque esa es la verdad y estar acompañando a los papás, pero esto vamos a hacerlo para todos los pacientes que ingresen en hospitales de COVID. Que sea por todos. Esto que pasó, tristemente, que pongan un poco más de atención en todos”.



AOPAC, TRABAJO INTEGRAL

La Asociación Orizaba Propone, A.C. (AOPAC), reitera la señora Osi Pirez de Díez, está apoyando a todos los niños de escasos recursos de la sierra de Zongolica, quienes viven en extrema pobreza.

De los 60 niños con cáncer que están tratando, el 85 por ciento es leucemia y el resto son tumores sólidos. “Los estamos apoyando cien por ciento, porque desde febrero más o menos, no hay surtido de ningún medicamento y es más, hemos hecho un fuerte esfuerzo por seguir sosteniendo este programa”, insiste.



La AOPAC nació con la Feria Expori de Orizaba. “Se empezó hace muchísimos años a dar un poco de medicamento para algunos niños. Esto ha ido creciendo. El hospital ya está certificado para llevar a cabo este tipo de casos como son leucemia. Y todo iba, no te voy a decir que al cien por ciento, una maravilla, pero más o menos”.

La Asociación se mantiene de donativos de la iniciativa privada, pero también de lo que se recauda con la Expori, lo que les ha permitido tener un fondo. “De lo que gana Expori, casi nos pasan la totalidad para manejar este programa, porque no nada más es entregar medicamentos, aquí es algo integral. No nos sirve de nada dar el medicamento solamente, porque luego los niños ¿qué comen? Entonces tenemos que estar junto a los papás, con los niños, sacándolos adelante”.

Así, el trabajo integral de AOPAC implica medicamentos, laboratorios, rayos X, todo, todo lo que conlleva una enfermedad como el cáncer, pero también pasajes para traslados y alimentos para los familiares.



“Ha sido una situación muy dura de verdad y se ha incrementado más últimamente. Hay papás que tienen que vender su parcela, la cosecha. Nada más simplemente para bajar de la sierra, para que sus hijos tomen la quimio. Son de poblaciones muy lejanas, de una pobreza extrema”.

“La mayoría está en la sierra de Zongolica, municipios como La Perla, Mariano Escobedo, Ixhuatlancillo. Son 56 municipios de las altas Montañas, aunque también tenemos a niños de Córdoba, Veracruz, que son bastantes”.

De enero a la fecha, la AOPAC ha erogado casi 1 millón 118 mil pesos, pero se sigue sacando del fondo sin que haya ingresos, porque este año no se llevó a cabo la Expori, comenta.



Además, a todo esto se suma la terrible situación económica. “La situación que estamos viviendo ahorita es horrible. Tristemente la situación económica ya está desbordada, no hay empleos, tristemente y así es, se sigue despidiendo gente, pero no porque los mismos empresarios quieran hacerlo, sino porque ya no pueden sostenerse”.

“No solo es el medicamento. Se le tiene que dar una despensa mensual para aquellos subsistan, coman como deben de comer y todavía, sí vienen, pero hasta con dinero prestado de viáticos, de pasajes, de infinidad de cosas”, refrenda.

DEL TWITT DE GUTIÉRREZ MÜLLER, SIN PALABRAS



Le pregunto de la respuesta de la esposa del Presidente Andrés Manuel López Obrador a un seguidor de Twitter, cuando le pregunta: “¿Cuándo atenderá personalmente a los padres de niños con cáncer? Gracias por su amable respuesta”.

La señora Beatriz Gutiérrez Müller, doctora, académica, periodista, investigadora, contesta: “No soy médico, a lo mejor usted sí. Ande, ayúdelos”.

–¿Qué opinión le merece esta respuesta? Ustedes tampoco son médicos y aquí están, desde la Asociación Orizaba Propone, A.C. ayudando a niñas y niños con cáncer a superar esta difícil enfermedad.



“Sabes qué, no será médico pero sí es madre ¿no? Por ahí comenzamos. La sensibilidad de ser madre va más allá de una respuesta tan fría y tan vaga como ella la dio. Entonces, no tengo palabras, así te lo puedo decir y no encontraría yo tampoco, ninguna, en el diccionario, con la cual pudiera yo describir a esta persona, definitivamente”.

LA ENFERMEDAD, EN CARNE PROPIA

La señora Osi Pirez de Díez cuenta que este compromiso con las niñas y niños enfermos nació hace muchísimos años, luego de que uno de sus hijos, muy pequeño, tuvo que ser sometido a una cirugía muy grande –no de cáncer, aclara–, con una recuperación muy larga.



De pronto, el pediatra de su hijo ya no era el pediatra sino se convirtió en el amigo de la familia. Por este pediatra conoció al doctor Leonardo Verduzco, “un médico que para mí, hasta hoy, es un ángel que tienen estos niños. Él es oncólogo y hace unos 35 años empezó a tratar en el Hospital de Río Blanco a niños que llegaban con algunos síntomas de leucemia”.

“Él pues, dijo, vamos a juntar a varias personas de la iniciativa privada, pensando que eran cinco niños o seis, a ver quién quiere ayudar para sacarlos con su tratamiento”.

“Él y el pediatra me invitaron a apadrinar un niño. De ahí me gustó, me enganché. Ahorita el niño ya es padre, ya tiene un hijo grandote, está vivo y bueno, ya muchos de los niños que han pasado por el programa ya no son niños, ya son papás”.



“Es mucha la satisfacción, muchísima la satisfacción que te queda, porque yo sé que esto no va cambiar el mundo, ni mucho menos pero yo creo que desde donde estemos, cada quien podemos hacer algo, siempre y cuando nos guste. Hay mucha gente que te dice, yo te ayudo pero como de lejitos. Enfrentar este dolor es muy duro. La vida me puso en un momento dado en esta situación. Yo dije, pues de aquí soy y lo hago con mucho gusto”.

APOYO A FAMILIARES DE ENFERMOS DE COVID-19

Al concluir la entrevista, Osi Pirez de Díez refiere que como Asociación están entregando lunchs a los familiares de COVID que están afuera del Hospital Regional de Río Blanco.



“Entregamos 60 lunchs diarios. Muy bien puestos, para que se tranquilice su estómago, aunque sabemos que su corazón no”.

Cuenta que hace varios años luchó para que le dieran un espacio en el hospital regional, para darles comida a todos los que estaban acompañando a sus enfermos dentro del hospital.

“Porque era muy triste ver, me tocó, lo viví, ver que los familiares iban a la cocina del hospital y decían que si no tenían sobra de algo. A veces el mismo paciente comía la mitad para darle la otra mitad de su comida al familiar, porque no tenían dinero para comer. A mí eso me motivó mucho y pusimos un comedor dentro. Ahí dábamos 300 comidas al día. Ahorita está cerrado. También tenemos un albergue, pero está cerrado”.



“Por eso pensamos en trasladar lo que se gastaba en el comedor, para afuera. Ahorita se están dando estos lunchs para los familiares de Covid y en urgencias”.

“Estamos trabajando. Créame que seguimos. Lo único que pido es que suceda algo, no nada más para esta asociación, para todos, que pueda haber una ventanita de esperanza, porque yo creo que podemos repartir mejor el dinero que una tarjeta de las que mandan a los Ninis, por decirte algo”, concluye.


Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fund https://newsinitiative.withgoogle.com/journalism-emergency-relief-fund/