Claudia Sheinbaum encabeza por primera vez la ceremonia del Grito como presidenta de México

La noche del 15 de septiembre de 2025 marcó un hecho sin precedentes: Claudia Sheinbaum Pardo encabezó por primera vez el Grito de Independencia como presidenta de México, a 215 años del inicio de la lucha libertaria, convirtiéndose en la primera mujer en la historia del país en realizar esta ceremonia desde el balcón central de Palacio Nacional.

El Zócalo capitalino lució abarrotado desde temprana hora. Miles de familias, turistas y visitantes de diferentes estados acudieron para vivir una noche histórica, en medio de música, luces, banderas tricolores y un ambiente festivo que combinó tradición y emoción.

Previo a la arenga, la mandataria recorrió la Galería de los Presidentes en Palacio Nacional, donde se incluyó por primera vez el retrato de Leona Vicario, reconocida en 1823 como “Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria”, en un gesto que visibiliza la participación histórica de las mujeres en la Independencia.



La escolta y abanderada también marcaron un hito: estuvieron integradas exclusivamente por mujeres militares del Heroico Colegio Militar. La teniente Jennifer Samantha Torres Jiménez, originaria del Estado de México, entregó el lábaro patrio a la Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas, acompañada por cadetes de Oaxaca, Jalisco y Ciudad de México.

En su atuendo, la presidenta lució un vestido con bordado artesanal nahua de San Isidro Buen Suceso, Tlaxcala, obra de la maestra Virginia Verónica Arce Arce, con diseño de Thelma Islas Lagunas y Crystel Martínez Torre, confeccionado por Rocío Castro Cruz. Asimismo, portó la banda presidencial confeccionada artesanalmente por mujeres militares de la Secretaría de la Defensa Nacional.

La ceremonia estuvo acompañada de un espectáculo musical que inició con Legado de Grandeza, continuó con la presentación de Alejandra Ávalos y tuvo como cierre a la Arrolladora Banda El Limón, que mantuvo al público en fiesta.



Este Grito, el primero encabezado por una mujer presidenta, se inscribe en un contexto de simbolismos que colocan a las mujeres en el centro de la vida pública y de la historia de México.