No habrá impuesto a bebidas alcohólicas pero sí reemplacamiento, confirma Nahle

La gobernadora Rocío Nahle aseguró que su administración no aplicará ningún impuesto a las bebidas alcohólicas durante el ejercicio fiscal 2026, luego de que se analizara la posibilidad de establecer un nuevo gravamen estatal para ese sector.

“Se había hecho un análisis, pero no se va a aplicar”, expresó la mandataria durante una entrevista, al ser cuestionada sobre la propuesta que había sido considerada dentro de las proyecciones financieras del próximo año.

La aclaración surge tras difundirse que el Gobierno estatal evaluaba la creación de un impuesto del 2 por ciento a la venta final de bebidas alcohólicas. Dicha medida habría impactado directamente al consumidor final y generado un incremento en los precios de este tipo de productos. Sin embargo, la propuesta fue descartada luego del análisis realizado por la Secretaría de Finanzas y Planeación (SEFIPLAN), que concluyó que no era viable aplicarla en el contexto económico actual, especialmente tras las recientes medidas de ajuste financiero y apoyo a los sectores productivos.



Con esta decisión, el Gobierno de Veracruz busca mantener la estabilidad económica y evitar nuevas cargas fiscales que afecten a comercios, restaurantes, bares y distribuidores de bebidas alcohólicas. La Gobernadora subrayó que su administración apuesta por fortalecer la economía estatal a través de la disciplina financiera, el orden, el combate a la evasión y una mejor administración de los recursos, sin recurrir a nuevos gravámenes que impacten al bolsillo de los veracruzanos.

Sí habrá reemplacamiento

Nahle García también confirmó que a partir de 2026 se implementará un programa estatal de reemplacamiento para automóviles, con el objetivo de actualizar el padrón vehicular y fortalecer el orden administrativo en materia de tránsito y seguridad.



Durante una entrevista posterior a un evento en el Centro de Estudios e Investigación en Seguridad (CEIS) en El Lencero, la mandataria explicó que el proceso iniciará con los vehículos que aún circulan con las placas expedidas durante el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, para posteriormente continuar con las del periodo de Miguel Ángel Yunes Linares. “Para el 2026 hay un programa para emplacamiento de automóviles, iniciando con los vehículos que circulan con las placas del gobierno de Javier Duarte, vamos a empezar con esos vehículos; después todavía hay placas del gobierno de Miguel Ángel Yunes, a lo mejor eso nos lleva el próximo año o unos meses. Y luego las siguientes placas, pero sí, es orden, eso es todo”, detalló Nahle García.

La Gobernadora destacó que la medida forma parte de un proceso de ordenamiento vehicular integral que su administración ha venido impulsando desde julio con el registro y regularización de motocicletas, un programa que busca garantizar la identificación plena de los vehículos que circulan en el estado y contribuir a la prevención del delito.

Sobre el costo que tendrá el reemplacamiento, precisó que aún se encuentra en análisis y será dado a conocer una vez que la Secretaría de Finanzas y Planeación (SEFIPLAN) defina las tarifas y mecanismos de pago. “Todavía lo estamos analizando”, indicó. El programa incluirá una campaña informativa para que los propietarios realicen el trámite de forma ordenada y escalonada, evitando congestionamientos y permitiendo a la ciudadanía cumplir con el proceso sin sanciones.



Semanas atrás, la mandataria había subrayado que el orden vehicular busca mantener un control administrativo actualizado que brinde mayor seguridad tanto a los conductores como a las autoridades. En el caso de las motocicletas, recordó que el registro ha tenido avances “lentos pero constantes” gracias a la respuesta voluntaria de la población.

Con el nuevo programa, el Gobierno de Veracruz pretende modernizar el sistema de control vehicular y homologar los registros con estándares federales, reforzando así la transparencia, la seguridad y el orden en el parque automotor del estado.

Emplacamiento de motos es por terner orden



En otro tema, la Gobernadora aseguró que el operativo para el emplacamiento de motocicletas no tiene un carácter punitivo, sino de ordenamiento vehicular, y aclaró que no se están retirando motos en este momento. “Estamos invitando a que todos vayan a emplacar sus motos para tener un ordenamiento. No se está retirando todavía ni una moto, nosotros queremos que la ciudadanía lo haga por su propio pie. No es un tema de que te voy a multar o te voy a quitar el vehículo, pero sí hemos estado desde julio con este tema, invitando a la gente”, señaló la mandataria estatal.

Nahle García reconoció que el avance en el proceso ha sido “lento, pero constante”, e insistió en que el objetivo principal es mantener un registro actualizado del parque vehicular para reforzar la seguridad y la identificación de unidades que circulan en todo el estado.

La declaración se da luego de que semanas atrás la propia gobernadora advirtiera que, a partir de octubre, serían retiradas de circulación las motocicletas que no contaran con placas, como parte de una estrategia coordinada con la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) para combatir delitos cometidos con este tipo de vehículos. En aquella ocasión, Nahle explicó que el operativo de retiro sería gradual y con enfoque preventivo, priorizando primero la invitación al emplacamiento. Sin embargo, ante la respuesta parcial de los propietarios, el gobierno decidió extender el periodo de regularización antes de aplicar sanciones.



El programa, implementado desde julio, busca garantizar que todas las motocicletas cuenten con placas y documentación en regla, lo que permitirá a las autoridades tener un mayor control en materia de seguridad y tránsito. “Queremos que la gente participe de forma voluntaria, que cumpla con su registro y que entienda que esto es por seguridad, no por castigo”, reiteró la gobernadora.

El Gobierno de Veracruz, dijo, reafirma que continuará promoviendo la regularización de motocicletas con campañas informativas y módulos de atención en distintas regiones del estado, antes de pasar a una fase de aplicación estricta de la norma.