Ojo de Agua, el pueblo de Veracruz castigado por defender su río

En Ojo de Agua, la última comunidad que se encuentra enclavada en la Sierra Madre Oriental, pegada al “ojo” donde nace el río Atoyac, no hay obra desde hace 2 años. Aseguran que el alcalde de Amatlán de los Reyes, Luis Arturo Figueroa Vargas, los castiga por no permitir que se explote el agua del afluente.

La poca obra que ha llegado es del Gobierno Federal y ha sido para el sector educativo. Para el desarrollo urbano nada, dijeron habitantes de esta localidad.

El presidente de la Asociación de Pueblos Unidos Pro-Derechos Constitucionales, Enedino González Nava, comentó que al inicio de esta administración, el Presidente Municipal les dijo que proyectaba tomar agua de este río para llevarla a las comunidades de Manuel León, Peñuela, Cacahuatal, entre otras.



Sin embargo, los comuneros le explicaron que este río, en la época de sequía baja hasta en un 70 por ciento su caudal y que su proyecto no era posible.

Como respuesta, Luis Arturo Figueroa les dijo que el agua era de todos y que esas comunidades también son del municipio de Amatlán por lo que tenían derecho. Los comuneros insistieron en un rotundo no, que buscaran otras alternativas como pozos profundos pero el agua del Atoyac nadie se la lleva.

De acuerdo con González Nava esto ha bastado para que esta administración municipal y las anteriores, cuando menos desde el 2013, no incluyan en su programa de obras a Ojo de Agua Grande, un pueblito pintoresco, donde abunda la naturaleza al ser zona protegida pero sin drenaje y asfaltado de sus calles.



Los caminos son de terracería, por lo que los niños que van a la escuela tienen que caminar entre el polvo en tiempos de calor y en época de lluvia entre los charcos de agua y lodo.

Para llegar a esta comunidad, entrando por la localidad de Potrero Viejo o Paraje, hay que recorrer más de 5 kilómetros de terracería, pasando por la comunidad de California, carretera que está en pésimas condiciones y ya presenta hundimientos.

Pobladores lamentaron que el Alcalde de alguna forma haya condicionado para hacerles obra que tanta falta hace.



Años en defensa de su río

Pero esta lucha ambientalista ha persistido al menos desde 2013, en el periodo del alcalde Eduardo Rojas Camacho, quien no sólo quiso llevarse el agua para las comunidades de la zona alta bajo su proyecto “Miguel Hidalgo” sino que también pretendió dotar con el vital líquido a Córdoba con el proyecto “Bandera Blanca”.

Sin consentimiento de la CONAGUA y de este pueblo, el Gobierno de Rojas Camacho había excavado el zanjeado del otro lado del cerro que comunica con este municipio.



Ante la situación, comuneros apoyados por los pueblos que se ubican en esta cuenca del río Atoyac se unieron a esta lucha y pararon las obras tanto de las excavaciones del proyecto “Miguel Hidalgo” como de “Bandera Blanca”.

Así, bloquearon la carretera para evitar que pasaran los camiones con la tubería y material que trajo como consecuencia un enfrentamiento verbal con este Exalcalde el 26 de julio de 2013 y no le quedó de otra que parar el proyecto “Bandera Blanca” que parecía ya un hecho.

Don Enedino es un campesino humilde y activista que vive en una casita al fondo de esta comunidad, donde por los años que lleva de lucha ya puso una oficina muy sencilla, pero ahí llega la gente para consultarlo. Sus firmes convicciones le han permitido caminar y asistir a los congresos ambientalistas más importantes del País.



En este momento de lluvias, el río Atoyac luce hermoso, va crecido, mucha agua y su caudal viaja a orillas de la Sierra Madre Oriental: pide que lo cuiden y dejen ser siempre así, una belleza natural.