Este Viernes Santo, encabezados por el obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, los fieles católicos participaron en el “Viacrucis de la Esperanza”. En las diferentes estaciones se oró por los migrantes, los enfermos de cáncer, especialmente por los jóvenes, los desaparecidos y por quienes sufren dolor a consecuencia de la violencia.
El prelado, acompañado por algunos otros sacerdotes, realizó el recorrido por diversas calles de Orizaba, aunque en esta ocasión la ruta fue distinta, debido a que las calles del municipio están en rehabilitación, lo que complica el tránsito. En cada una de las estaciones se pidió por distintos problemas sociales, como los desaparecidos, los migrantes y los pacientes oncológicos, quienes también enfrentan la escasez de medicamentos en algunos hospitales.
De igual forma, se rogó por la juventud, para que no se pierda ni caiga en manos de quienes infringen la Ley. Asimismo, se oró por las personas que sufren violencia en cualquiera de sus expresiones. El trayecto concluyó en la Catedral de San Miguel Arcángel, donde se llevó a cabo la misa de las Siete Palabras, presidida por el prelado, quien hizo un llamado a la conversión del corazón.