Padre de Celeste exige castigo a autobuses Miradores por muerte de su hija; unidad ya fallaba

Enrique López Cervantes, padre de Celeste, la joven alumna del Telebachillerato del Estado de Veracruz (TEBAEV) que murió al volcar un autobús de la línea Miradores este miércoles en Emiliano Zapata, exigió que se finquen responsabilidades tanto al conductor como a la empresa "Autotransportes Miradores del Mar".

Relató que, desde hace meses, usuarios habían advertido fallas mecánicas constantes en las unidades que cubren esta zona. Señaló que él mismo tuvo un encuentro previo con un chofer, a quien advirtió que la unidad presentaba desperfectos. “El vehículo ya no estaba en condiciones; aun así siguieron el viaje como si nada. Uno que es conductor sabe cuándo una unidad ya no debe seguir circulando”, expresó.

De acuerdo con testimonios que llegaron a manos de la familia, el autobús venía presentando problemas desde lo alto de la pendiente conocida como La Barranca, donde finalmente terminó volcándose. “Los compañeros de mi hija me dijeron que la unidad ya venía fallando. Si el chofer sabía que algo andaba mal, ¿por qué no se detuvo?”, cuestionó el padre.



López Cervantes relató que esa mañana él y su esposa habían salido a comprar útiles escolares para Celeste, quien poco antes del accidente envió su último mensaje: “Ya voy mamá”. “Nunca imaginamos que sería la última vez que sabríamos de ella”, lamentó.

El padre también criticó la tardanza para liberar el cuerpo de su hija y aseguró que permaneció prensada durante varias horas a la espera de maquinaria especializada. “No había herramientas, no había equipo. Solo se llevaron a los heridos. Mi hija quedó ahí, atrapada”, reprochó.

Aunque autoridades confirmaron que el chofer fue detenido de manera preliminar, Enrique insistió en que el problema va más allá del operador y apunta directamente a los dueños de la línea de transporte, quienes –asegura– mantienen unidades antiguas, sin mantenimiento y operadas por personal sin experiencia. Aclaró que no aceptará acuerdos económicos ni indemnizaciones: “Yo no quiero dinero. Exijo responsabilidad. Mi hija no va a regresar, pero no es justo que estos camiones sigan circulando así”.



Celeste L. M. estaba por terminar el bachillerato en Pinoltepec y tenía planes de continuar sus estudios. Su caso revive las constantes denuncias de vecinos y padres de familia sobre el mal estado de las unidades que operan en esta zona.