Pan tradicional de día de muertos, conquista panaderías de Xalapa

Uno de los elementos principales en los altares es el tradicional Pan de muerto y en la ciudad las panaderías ya lucen repletas con este manjar.

El pan de muerto tiene su origen en 1519, cuando los españoles, al rechazar la ofrenda del corazón de las doncellas, decidieron elaborar un pan de trigo en forma de corazón bañado en azúcar pintada de rojo, simulando la sangre de la doncella.

El historiador José Luis Curiel Monteagudo, señala en su libro “Azucarados Afanes, Dulces y Panes” que, “comer muertos es para el mexicano un verdadero placer, se considera la antropofagia de pan y azúcar. El fenómeno se asimila con respeto e ironía, se desafía a la muerte, se burlan de ella comiéndola”.

En el libro “De Nuestras Tradiciones” se habla de un pan compuesto por semillas de amaranto molidas y tostadas, mezclado con la sangre de los sacrificios que se ofrecían en honor a Izcoxauhqui, Cuetzaltzin o Huehuetéotl.

En la elaboración del pan de muerto se emplea una masa es más esponjosa que la que se usa en otros tipos de panes, para que no se endurezca con los días. Las partes del pan de muerto son el círculo, que representa el cráneo; las canillas son los huesos y el sabor a azahar es por el recuerdo a los ya fallecidos.
Actualmente se pueden encontrar diversos tipos de panes, de nata, cajeta, azúcar, ajonjolí, chocolate, incluso de yema.

Para este Día de muertos, se espera que la venta aumente. Pueden encontrarse panes desde los 10 hasta los 80 pesos, en diferentes panaderías y mercados de la ciudad.