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Sección: Estado de Veracruz

Pandemia agrava vulnerabilidad de mujeres indígenas: ONU

- Les afecta inseguridad alimentaria, desempleo y limitado acceso a servicios médicos

- Se debe a suspensión de servicios, escasez de alimentos por falta de producción, entre otros

Miguel Valera Xalapa, Ver. 16/02/2021

alcalorpolitico.com


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De acuerdo con un informe elaborado por las oficinas de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), las mujeres y niñas indígenas mexicanas se encuentran en la intersección de múltiples desigualdades que las colocan en condiciones particularmente difíciles, las cuales se han visto agravadas por la presente pandemia.

El documento “Mujeres indígenas en contexto COVID-19 ¿Cómo les impacta?” destaca que la seguridad alimentaria de mujeres y niñas puede verse afectada en algunas comunidades por las dificultades de acceso a alimentos, debido a los cierres de servicios en escuelas y comunidades, a la escasez de alimentos por falta de producción, al exceso de demanda y por las restricciones de circulación.

Adicionalmente, las medidas de aislamiento social han implicado la cancelación de actividades económicas, como el cierre de mercados o del día de plaza, que representan un ingreso crucial para cubrir las necesidades alimenticias de las familias en las comunidades. Este impacto es mayor para las madres sin pareja, que en los hogares indígenas asciende al 23.4%, señala.



“En los momentos de crisis, los hombres, más que las mujeres, permanecen en los empleos formales y aún en la informalidad tienen mayores posibilidades de tener ingresos propios porque asumen en menor medida responsabilidades familiares de cuidado. Aunado a lo anterior, la tasa de participación económica (PEA) de las mujeres indígenas es menor al total de mujeres a nivel nacional y se ubica en 23.5% en contraste con 33.5%. Adicionalmente, 78.2% de la población indígena no cuenta con seguridad social, es decir, carecen de protección ante el desempleo, la enfermedad o la invalidez”.

Por su parte, los organismos internacionales refieren que las mujeres indígenas que migraron a la ciudad cuentan en su mayoría con poca escolaridad, trabajan en el sector informal de la economía por lo que no tienen prestaciones sociales y suelen vivir al día, con salarios diarios, por lo que una disminución en sus ingresos tiene consecuencias negativas inmediatas, como dificultad para pagar la renta o incluso comida renta.

Otro problema, exponen, es que el cierre de las escuelas generado por la contingencia ha hecho que tareas de cuidados adicionales recaigan principalmente en las mujeres de las comunidades indígenas. Previo a la pandemia, se calculaba que el 64.7% de las mujeres indígenas de 12 años y más realiza actividades de cuidado no reenumeradas y, en el contexto actual, se pueden incrementar las 25 horas semanales que este sector dedicaba al cuidado de las personas enfermas.



Asimismo, el cierre de escuelas puede aumentar la probabilidad de abandono escolar, la cual, de acuerdo con evidencia de epidemias previas, se produce en mayor medida entre las mujeres adolescentes, incluyendo las adolescentes indígenas, puntualizan.

El escrito señala que en adición a las consecuencias causadas directamente por la enfermedad, las mujeres sufren también una mayor dificultad de acceder a servicios básicos de salud sexual y reproductiva, por lo que es fundamental seguir garantizando este acceso durante la contingencia. En el caso de las mujeres indígenas esta situación puede ocasionar un impacto mayor al tener un promedio más alto de hijos nacidos vivos por mujer (3.3 en contraste con 2.2 de las mujeres no hablantes de lengua indígena).

Otro obstáculo es que las mujeres indígenas y aquellas que viven en zonas rurales o asentamientos informales pueden enfrentar riesgos aún más elevados u obstáculos mayires para acceder a servicios esenciales o para huir de situaciones de violencia, en particular, la violencia dentro del hogar durante el confinamiento. Un aumento de casos de violencia sexual también puede generar más embarazos adolescentes.



Con el fin de resguardar los derechos de las mujeres y niñas indígenas durante la contingencia por COVID-19, ONU Mujeres y UNESCO proponen que se garantice el acceso de este sector poblacional a los servicios de salud esenciales, independientemente de su lugar de residencia.

También piden que las mujeres indígenas y voluntarias que están en la primera línea de respuesta en las comunidades no sean víctimas de ningún acto de discriminación o de violencia y cuenten con los equipos de protección personal y con las facilidades para que puedan desarrollar su trabajo.

“Se debe asegurar que las mujeres indígenas reciban, de manera oportuna y en su lengua, la información básica sobre salud, sobre las medidas de cuidado ante el contagio de COVID-19 y sobre las líneas y centros de atención de casos de violencia de genero. El gobierno de México ha decretado la atención a las victimas de violencia como servicios esenciales y está reforzando acciones en la atención a denuncias telefónicas a través del 911 para atender la contingencia con perspectiva de género”.



Además, se deben “establecer medidas que permitan garantizar a las mujeres y niñas indígenas, en todo el territorio, el acceso a refugios y centros de atención en casos de violencia, así́ como el pleno acceso a la justicia, considerando las limitaciones que enfrentan muchas comunidades en términos de accesibilidad y conectividad y garantizar los medios de subsistencia de las mujeres indígenas en zonas rurales de prioridad, con el objetivo de promover una mejor calidad de vida, el empoderamiento social y el desarrollo de la cultura a la que pertenecen”.

Otro de los objetivos que deben perseguir los gobiernos es el preservar los derechos de las mujeres indígenas y la salvaguardia del patrimonio cultural intangible durante el confinamiento social, ya que en muchas ocasiones ellas son las transmisoras del patrimonio cultural de los pueblos originarios.

Otras propuestas, son diseñar mecanismos para la inserción de la medicina tradicional como apoyo del sistema de salud; implementar medidas para disponer de mejor información y estadísticas desagregadas, con enfoque de género e interculturalidad, planear apoyos y becas escolares para garantizar el regreso a la escuela de las niñas y jóvenes indígenas, y garantizar que cuenten con los medios (internet, computadora) para continuar con su educación en línea y cumplir con las tareas asignadas.



En particular, los organismos dependientes de Naciones Unidas consideran que las autoridades comunitarias deben cumplir con un papel muy importante, al implementar medidas para promover la corresponsabilidad en el trabajo doméstico y de los cuidados, tanto en la comunidad, como entre los integrantes del hogar, priorizando la seguridad y salud de las personas mayores.

También proponen que se promueva acciones para construir nuevas relaciones comunitarias y familiares más igualitarias, que incluyan masculinidades positivas; garantizar la participación de las mujeres y las niñas, en condiciones de igualdad, en la toma de decisiones en la comunidad, así́ como en todas las fases del proceso de respuesta, mitigación y reconstrucción social post-pandemia, y asegurar una transmisión eficiente y oportuna de las medidas sanitarias y de la información al interior de las comunidades y al interior de los hogares.

Trabajo realizado con el apoyo de: Journalism Emergency Relief Fund
https://newsinitiative.withgoogle.com/journalism-emergency-relief-fund