Panorama desolador en Carlos A. Carrillo, caen los primeros enfermos de dengue y hay actos de rapiña

En el municipio Carlos A. Carrillo, perteneciente a la cuenca del Papaloapan, hay 14 personas con dengue, actos de rapiña y las autoridades les piden la credencial de elector para darles una despensa condicionada a que acudan a los albergues. El agua llega hasta un metro de alto y la gente se encuentra desesperada, solicitan ayuda federal y estatal.

El director de Protección Civil del municipio, Arquímedes Guatemala Reyes, hizo un llamado urgente para que atiendan a la gente y sus necesidades.

Más de 38 comunidades de Carlos A. Carrillo se encuentran bajo el agua, en algunas casas rebasa medio metro y en otras casi dos metros.

Informó que les enviaron agua potable, sin embargo que no es suficiente. Aún les faltan, sillas de ruedas, muletas, andaderas, medicamentos, material de fumigación, colchonetas, botas de hule e impermeables, cobertores, calzado, artículos de higiene, toallas sanitarias, pañales, víveres, lámparas de mano, agua, anaqueles y pilas entre otros.

“Por parte del gobierno nos llega la ayuda a cuentagotas, tenemos tantas necesidades que no es suficiente”, dijo el funcionario quien aseveró que la gente se encuentra molesta porque pagan sus impuestos a tiempo y ahora que necesitan el apoyo del gobierno no es recíproco.

“¿Dónde están nuestros impuestos? Pagamos predial y ahora que es el momento para que nos lo devuelvan y el Gobierno del Estado se molesta y nos vetan, ¿para qué tanto burocratismo al pedirnos las credenciales de elector?, Sólo falta que nos pregunten si somos priistas, manifestó Guatemala Reyes.

En el municipio hay 6 niños con dengue y 8 adultos. Las brigadas de médicos se encuentran atendiendo de manera oportuna a la población de esta enfermedad y también de tétanos. Sin embargo les hacen falta medicamentos.

“Anoche un niño se me acercó para pedirme un taco, me dijo que sólo había tomado un café con galletas”, relató.

Los actos de rapiña provocaron que la gente no quiera salir de sus casas, por lo que los padres de familia son los que salen a pedir comida para regresar a darla a su familia.