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Sección: Estado de Veracruz

Para el “abuelo” de la animación en México, los realizadores actualmente buscan el camino fácil

- Para ser animador hace falta conocimientos, talento y organización: Fernando Ruiz

- Creen que la computadora soluciona todo, no es cierto, es un lápiz más, dice

- El realizador platicó que su película de la Virgen de Guadalupe, le encantó a Juan Pablo II

Elisa Guadarrama Huerta/Exclusiva Xalapa, Ver. 29/05/2013

alcalorpolitico.com


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La animación ha formado parte del bagaje cultural de adultos, jóvenes y niños. En México y Latinoamérica el primer realizador que se atrevió a incursionar en esta no tan conocida industria, al menos para los mexicanos, fue Fernando Ruiz Álvarez, cuyo primer largometraje “Los Tres Reyes Magos”, en 1976 fue el parteaguas para futuras realizaciones y sentó las bases de lo que hoy sería una escuela llamada “Amim-Art”.

El nombrado por los que saben como “el padre de la animación en México”, corrige, prefiere ser llamado “El abuelo”. En su haber se encuentran temas didácticos que no niegan el profundo amor que siente hacia un público infantil, al cual ha dirigido varias de sus creaciones, para muestra, un botón: "El Deporte Clásico", "Los Diez Derechos del Niño" un largometraje para la UNICEF en el Año Internacional del Niño, "El Gran Acontecimiento", de 1981 que cuenta las apariciones de la Virgen de Guadalupe, "Vamos a la SEP”, un programa especial realizado en 1995 para la entonces Secretaría de Educación Pública”, entre otras.

Antes de impartir una conferencia magistral en el marco del Seminario de animación "Re animación", realizado en el Museo de Antropología de Xalapa, un Fernando Ruiz sonriente y con una bolsa en mano que contenía varias de sus cintas animadas, accedió de buena gana a dedicar unos minutos y hablar sobre su pensar como veterano de la animación en México y de cómo la tecnología ha ocasionado que se realice cine de mala calidad.



El realizador desaprueba lo que algunos animadores en la actualidad hacen para producir, y es que dice, buscan un camino más fácil, sin tomar en cuenta que la animación es un trabajo muy especial, complejo y nada sencillo. La animación requiere especial atención e ir paso a paso: es como un rompecabezas, que vas poniendo piezas, al principio no entiendes nada y poco a poco va tomando forma.

Y remata diciendo que, parte de eso se debe a que las casas productoras ahora quieren hacer las cosas rápido, “baratitas” y mandan a hacer muchos trabajos fuera de México, lo cual para el veterano resulta “patético”. Pese a su decepción por el desarrollo de la industria en México, dice respetar a todos aquellos que decidieron como él dedicarse a ello; sin embargo, considera que hace falta conocimientos, paciencia, talento, organización para que las producciones sean de mayor calidad.

Dibujar es uno de los procesos que forman parte de un largometraje o cortometraje, para lo cual el dibujo requiere de artistas con mucho talento. Y tal pareciera que lo que dice Fernando Ruiz se respaldan cuando habla de Walter Elías Disney, conocido como Walt Disney, uno de los fundadores de la casa de dibujos animados más conocida a nivel mundial, quien decía que su éxito se debía, en mayor parte, a que su casa productora había logrado reunir gente de un talento extraordinario, y el resultado de eso, es por todos conocido.



Ahora, en pleno siglo XXI, quienes se dedican a este tipo de creaciones creen que la computadora soluciona todo, eso no es cierto, es un instrumento más, otro lápiz que tiene otras funciones pero no es la solución, dice Ruiz Álvarez, “el dibujo animado es un trabajo artístico, del talento de las personas, no de las computadoras”.

Y aunque admite que algunas animaciones por computadoras son bellas, hay algunas otras que son unos “churrazos”, y luego en México se ha buscado que programas para animación, supuestamente 2 D den soluciones por medio de programas de computadora que “supuestamente” dan los movimientos, pero tampoco es cierto, ironiza, el movimiento lo da el dibujante, el artista.

Tal vez una de las causas por las cuales la industria en México no ha sido reconocida, es porque, como dice Ruiz Álvarez, no hay escuelas donde preparen a los dibujantes, “sólo hay que enseñarles la técnica de la animación y que aprendan todos los pasos, y ahora muchas empresas se brincan pasos, el proceso de la animación siempre será uno y debe hacerse siempre”, dice.



Una de las grandes satisfacciones, que cuenta el realizador que ha tenido a lo largo de su trayectoria, fue sin duda la producción de “Los Tres Reyes Magos”, que fue de su primer largometraje dirigido a niños. También recuerda “El Gran Acontecimiento” un largometraje que realizaron en su estudio Anim-Art sobre la Virgen de Guadalupe, que conmemoró los 450 años de las apariciones, y que llegó a los ojos del entonces Papa, Juan Pablo II, a quien dice, le encantó, al igual que el exsecretario del Estado Vaticano, Agostino Casaroli, quien a título personal le dio -refirió- uno de los más grandes halagos que haya recibido en su carrera: “tú estás logrando con esta película más de 2 mil horas de púlpito”.

Y es que para el realizador mexicano, dibujar, pensar y producir cintas debe de contar con grandes ingredientes: divertir y motivar, y en algunos casos, como a él le ha pasado, hasta educar. En el caso de los niños es una satisfacción muy grande verlos felices y sonrientes al momento en que alguna de sus cintas es vista, cuenta mientras esboza una sonrisa, de aquel que se sabe que ha labrado un camino y, como él mismo dice, seguirá trabajando para hacer cosas mejores.