Uno de los parques más tradicionales en la ciudad es el Parque de los Berros, que cada fin de semana es visitado por muchas familias ya que ahí pueden convivir y disfrutar las atracciones que ofrece.
En sus inicios, se conoció como Parque Miguel Hidalgo, uno de los más arbolados y antiguos de la ciudad. Su nombre se debe a la cantidad de Berros que había anteriormente. Los Berros son plantas comestibles que crecían cerca de un estanque natural que se formaba por las corrientes de aguas que bajaban de los montes ubicados en lo que ahora son las calles Miguel Hidalgo y Diego Leño.
Este sitio se construyó durante el gobierno de Juan de la Luz Enríquez y para 1911 el gobernador León Aillaud lo amplió. El Paseo de los Berros sirvió como potrero y plaza de armas. En el centro se ubica un kiosco central en forma de octágono, tiene nueve metros de diámetro por ocho de altura.
Tiene una estatua de Miguel Hidalgo y Costilla; una más en memoria del poeta Salvador Díaz Mirón, quién habitó en la Quinta Rosa, enfrente del parque sobre la calle Hidalgo; y otra de la poetisa tlacotalpeña Josefa Murillo.
Una de las muchas leyendas sobre este sitio cuenta que cuando Xalapa era un caserío rodeado de pantanos, vivía en la Villa un hombre muy huraño, al que le decían "El Físico", porque tenía facultades para curar. Aunque los vecinos no lo querían, sí lo respetaban por su sabiduría médica.
Una vez un labrador llegó enfermo del hígado, y pidió al "El Físico" que lo aliviara. Al verlo, sólo le dijo: "Vaya y coma bastantes berros de los pantanos", mientras señaló hacia el sur de la ciudad, se metió dando un portazo. Triste y sin esperanza, el señor hizo caso a las palabras del sanador. Al poco tiempo, el paciente se recuperó totalmente y desde entonces, la gente comenzó a llamar al lugar de distintas maneras, según avanzaba el crecimiento de la población: Pantano de Los Berros, Laguna de Los Berros, Paseo de Los Berros y Parque de Los Berros.
Hay una exhibición conformada con árboles que fueron cortados, para recordarle a los niños que todos tenemos raíces como los árboles. Actualmente este parque cuenta con varios atractivos como la renta de coches para los niños, bicicletas, caballos e incluso pueden pagar por subirse al brincolín. En el sitio puede pasarse una tarde familiar ya que hay venta de varios productos como dulces, helados, raspados. Los precios oscilan entre los 30 y 40 pesos.