Aunque este sábado se celebra la Jornada Mundial por el Enfermo, este viernes, en diversas parroquias de la Diócesis de Orizaba, se efectuaron misas donde las personas con algún daño a su salud fueron ungidas.
Uno de los templos a donde arribaron gran número de personas enfermas fue “La Concordia”, aquí no sólo aquellos que padecen un mal, sino sus familiares y los agentes de la Pastoral de la Salud, fueron exhortados a mirar a Jesús y rogarle por la recuperación en el momento que así él lo permita.
El sacerdote Heriberto Jiménez López dijo a los presentes que no es lo mismo que los dolores y lágrimas caigan en tierra y queden estériles, a que sean unidas a Cristo, "el sufrimiento es redimido por Jesús, en el que cree que se une a Cristo".
Recordó que Jesús puede entender a cada una de las personas porque él vivió y sufrió en este mundo, y llevó las enfermedades de toda la humanidad. También hizo mención del pasaje de la Sagrada Escritura donde Cristo invita a los trabajados y cargados, a venir a él porque los hará descansar.
De igual forma, durante la homilía, enfatizó que todos aquellos que están enfermos tienen la libertad de rogar a Dios su pronta recuperación, pero en tanto esta no llega, deben orar por la fuerza y paciencia para esperar en el Todopoderoso.
Mañana se tiene prevista una misa en la Catedral San Miguel Arcángel, que será presidida por el obispo Eduardo Cervantes Merino, y se pedirá por todos aquellos que tienen que enfrentar un deterioro en su salud.