El vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, Quintín López Cessa, dijo sentir “pena ajena” por la detención de un sacerdote que aparentemente golpeó a una sexoservidora cuando se negó a prestar sus servicios dentro de una camioneta, y aseguró que independientemente de la sanción penal habría castigo eclesiástico.
Aunque se reservó sus juicios hasta confirmar que Ángel Castillo López efectivamente sea un sacerdote y realmente haya cometido abusos que ameriten su detención, el vocero de la iglesia católica en la región capitalina criticó los hechos.
Si bien inicialmente se deslindó de opinar por tratarse de una investigación que correspondería a la Diócesis de Veracruz, López Cessa respondió a la prensa con preguntas: “¿Qué quieres que nos lamentemos, que nos dé tristeza, que si cometió un delito que responda por él”.
– ¿Qué tanto denigra a los sacerdotes?
– No, lo denigra a él y lo hace infiel a él
– Pero por su investidura.
– Si es muy lamentable y triste y qué más te puedo decir…
– ¿No le apena a la Iglesia Católica?
– Pues pena ajena, qué quiere que hagamos.
Para López Cessa, las conductas impropias de sacerdotes no impactan negativamente en la fe de los creyentes, porque se trata de hechos aislados que además se castigan.
De acuerdo con el Vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, independientemente del castigo penal en contra del supuesto sacerdote, el Tribunal Eclesiástico también podría determinar su suspensión si se confirma su ministerio sacerdotal y su responsabilidad en los delitos y faltas a la Iglesia Católica.