Penal de Pacho Viejo, entre hacinamiento, “zonas VIP”, negocios de internos y extorsiones

La abogada María de los Ángeles Diana Coq Toscanini denunció diversas irregularidades por parte de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y en los Centros de Reinserción Social (CERESOS) del Estado, que afectan tanto a los elementos policiacos como a los detenidos.

Entre dichas fallas mencionó el abandono institucional hacia los policías, quienes carecen de recursos como uniformes, gasolina y apoyo en casos de fallecimiento en cumplimiento del deber. También señaló condiciones insalubres para las personas privadas de la libertad, sobrepoblación en los penales, falta de medicamentos, entre otros.

Además, recriminó la falta de apertura por parte de las autoridades: “El Secretario de Seguridad Pública jamás y nunca da una audiencia, igual que el Director de Prevención y Reinserción Social.

El señor Director de Prevención y Reinserción Social se encierra, siempre anda de trajecito como muñequito ¿y cuándo va a recibir a la mamá de una PPL (persona privada de la libertad)? Nada”, dijo.

En este contexto, aseguró que todos los Centros de Reinserción Social se encuentran en pésimas condiciones, donde no hay asepsia y la comida que se proporciona a los internos se les entrega en estado de descomposición.



Hacen negocio en Pacho Viejo

De acuerdo a la abogada, en el penal de Pacho Viejo, ubicado en Coatepec, existen diversos negocios entre los mismos reos, quienes hasta rentan teléfonos con los que se cometen extorsiones. “Hay 40 teléfonos en el reclusorio de Pacho Viejo, que se prestan a la extorsión, por supuesto, hasta decir ‘basta’. Independientemente de eso, el minuto cuesta 3 pesos, 2 minutos 5 pesos, 3 minutos 10 pesos. Los ingresos diarios nada más del teléfono el lunes son de 6 mil pesos, el martes 5 mil pesos, el miércoles 4 mil pesos, etcétera”, dijo.

Refirió que esta y más información sobre los artículos en venta dentro del penal es proporcionada por los mismos internos, quienes señalaron que un homicida de nombre Graciano N” es quien maneja este y otros negocios al interior del CERESO. También denunció la existencia de una “zona VIP”, donde viven internos con recursos económicos, como el exfiscal general Jorge Winckler, y que cuentan con cocinero, lavandería, gimnasio, pantallas y teléfonos.



Asimismo, señaló que existe una sección para personas inimputables (enfermos mentales), pero que actualmente se utiliza como área de ingreso para nuevos internos, quienes son sacados de ahí únicamente si pagan entre 3 mil y 5 mil pesos. Destacó además la sobrepoblación, pues Pacho Viejo está construido para 700 internos, pero actualmente alberga a mil 600 personas. Las celdas, diseñadas para cinco detenidos, obligan a muchos a dormir en el suelo.

“Lo mismo sucede con el área de castigo, que está hasta la parte de atrás de la panadería. Ahí llegan a tener hasta 100 personas, como en la semana pasada, porque encierran hasta 18 internos en una sola celda. Duermen parados, sin bañarse, todos apestosos, todo antihigiénico. Precisamente por el exceso de población, la semana pasada hubo un muerto de 5 puñaladas”, dijo.

También denunció otras irregularidades, como obligar a los internos a pagar cuotas, que los familiares deban pagar por tener más tiempo de visita y para poder utilizar sillas. Agregó que en la sección de mujeres ya no existe mano de obra, por lo que muchas se ven orilladas a ejercer trabajos sexuales. Indicó que cuando llega personal de Recursos Humanos y Reinserción Social del Estado a inspeccionar las instalaciones, esconden la mayoría de los artículos que utilizan. Sin embargo, lamentó que no se revisan las celdas ni se investigan a fondo las condiciones, por lo que “nunca encuentran anomalías”.



Finalmente, Coq Toscanini hizo un llamado a las autoridades estatales y federales para que intervengan ante estos hechos de corrupción e irregularidades en el sistema penitenciario del Estado.