Peregrinos agradecen a San Rafael Guízar y Valencia por salud y trabajo

Desde la 6:00 horas de este martes, Juan José Gutiérrez salió de su casa para caminar por 10 horas y llegar a la Catedral de Xalapa a dar gracias a San Rafael Guízar y Valencia. Aseguró que no le ha hecho ningún milagro en particular, pero sí les ha dado mucho a él y a su familia.

“Tenemos mucha fe en él, nos han pasado muchas cosas buenas en la vida y hay que dar gracias, no le he pedido cosas muy grandes pero sí salud y trabajo, tiene 15 años que vengo a verlo, venimos varios compañeros, hacemos 10 horas de camino de un pueblito que se llama Rincón de Poxtla, en el municipio de Tlaltetela”.

No fue el único de su comunidad, su peregrinación está conformada por jóvenes, adultos mayores, mujeres y niños que no pararon de caminar desde que salieron de la iglesia de su pueblo para llegar a dar gracias a la tumba de San Rafael Guízar y Valencia; así lo han hecho por muchos años y esperan tener salud para seguirlo haciendo otros más.



Por su parte, María Velázquez llegó con su familia y vecinos desde Las Vigas a la celebración de San Rafael, caminaron por 7 horas y aunque este año fue diferente, porque la acompañó su hijo de 10 años, en ningún momento titubeó en su trayecto.

Reconoció que hasta los más pequeños aguantaron a llegar en peregrinación, con dolor de pies y ampollas, pero presentes para dar gracias por otro año más de vida y salud.

“Somos muy devotos, tiene 15 años que venimos a agradecerle y algo que tengamos a pedirle, venimos siete horas caminando, pero que la familia esté bien y con salud es lo importante, así que venimos a agradecerle”.



Por su parte, María Magdalena Lozada Cabañas, llegó como lo hace desde hace 30 años desde que San Rafael Guízar y Valencia le concedió el milagro de ser madre; aseguró que no podía tener hijos y no sólo le dio uno, sino ocho, con quienes visita año con año al santo para darle las gracias por la familia que le ayudó a formar.

“Yo no podía tener hijos y me hizo el milagro de tener a mi familia, tengo ocho hijos y tengo 30 años de llegar aquí desde que me hizo el milagro; aquí estoy me puse en sus manos y ahora le vengo a dar las gracias por el regalo que me dio, vengo con todos mis hijos a darle gracias porque no se me ha enfermado ninguno”, dijo emocionada.