Permisividad del Gobierno propicia construcción de viviendas en zonas no aptas: Investigador

A pesar de existir reglamentos puntuales que regulan la construcción de vivienda en zonas irregulares o factibles de riesgo, la permisividad del Gobierno municipal y estatal ha propiciado la construcción social de riesgo.

El investigador Alher Pérez Palmeros expuso que la construcción social de riesgo es aquella en donde las autoridades permiten asentamientos urbanos en zonas donde no es factible.

“Por ejemplo, Xalapa ha crecido 4 veces más en los últimos 100 años debido a un incremento exponencial de asentamientos, principalmente hacia las periferias y se ha ido ocupando territorio no apto para la vivienda. No apto en el sentido de que no se tienen las condiciones para hacer una modificación al territorio que sea adecuada a lo que uno pretende que sea un desarrollo habitacional”, indicó.



Refirió que los planes o programas de desarrollo urbano en Xalapa no se han actualizado desde el 2004, situación aprovechada por las constructoras que, con mayor conocimiento, realizan los trámites necesarios para conseguir fraccionar o construir edificaciones en zonas no aptas para la vivienda.

“Y sí, en efecto, se tienen muchas normativas, pero no hay una vinculación entre todas, en algunos aspectos sí tienen puntos en común, pero por eso mismo tenemos algunas lagunas y hay gente que se aprovecha de ellos. La mayoría de estos asentamientos se han dado en unas intervenciones que han sido agresivas para el medio ambiente, se han hecho cortes inadecuados a los taludes o se han hecho escalonamientos o terrazas de una forma en la cual no se tiene una asesoría técnica y se ha dado una construcción social del riesgo”, señaló.

Aunado a ello, agregó que las diferentes organizaciones sociales, las cuales luchan por vivienda, muchas veces invaden terrenos no propicios para vivir, aumentando la construcción social del riesgo.



“Sí hay muchas organizaciones políticas que alientan a la formación de asentamientos irregulares, normalmente estos asentamientos se dan en la periferia de la ciudad y es una forma en la que va creciendo, no sólo esta ciudad, sino la mayoría de las ciudades de Latinoamérica”, expuso.

Finalmente, refirió que para cambiar dicha situación tomará años, pues se requiere principalmente concientizar a la población para evitar que adquiera vivienda en zonas de riesgo, además de la pronta acción de las autoridades competentes para evitar que fraccionamientos construyan y se ofrezca vivienda en zonas no aptas para la vivienda.

“Son procesos largos, porque requiere un proceso de concientización de la población. Tenemos esa cultura de un Gobierno paternalista de que nos tiene que resolver todo y es una situación en la cual se debe involucrar a la población, a los actores políticos, a los actores sociales, a las dependencias y a las mismas universidades, que son las que realizan estudios adecuados”, finalizó.