A más de una semana del derrame de hidrocarburo ocurrido en el oleoducto Poza Rica-Madero, comunidades ribereñas de Álamo continúan enfrentando las consecuencias del incidente ambiental.
Mientras que Petróleos Mexicanos (PEMEX) reporta avances en las labores de recuperación y limpieza, vecinos de El Cabellal, asentada a unos 100 metros de la ribera del río Pantepec-Tuxpan, aseguran que el petróleo aún contamina sus pozos y viviendas.
De acuerdo con datos oficiales, PEMEX ha recuperado hasta este fin de semana 2 millones 600 mil litros de crudo en 10 puntos a lo largo del río Pantepec-Tuxpan y sus afluentes, entre ellos un arroyo que cruza por El Cabellal.
También informó que se han distribuido miles de despensas, botellas de agua, tinacos y alimentos, además del uso de pipas para abastecer de agua potable a las familias afectadas.
Sin embargo, los pobladores de El Cabellal aseguran que el apoyo no ha sido suficiente y que, a pesar de los esfuerzos de limpieza, el olor a combustible persiste en el ambiente y el agua de algunos pozos sigue presentando una capa aceitosa.
“El petróleo se metió hasta las casas y todavía no se quita”, expresaron vecinos, preocupados por el impacto en su salud y en sus cultivos.
Durante las últimas jornadas, personal de PEMEX ha continuado con la limpieza de viviendas afectadas por lodo e hidrocarburo, además de brindar servicios médicos móviles en comunidades como 5 Poblados, Raudal Nuevo, Raya Oscura y Morelos.
Aunque la empresa asegura que mantiene su compromiso con la seguridad y el medio ambiente, en El Cabellal persiste desconfianza, pues temen que las secuelas de la contaminación tarden más de lo que duren los apoyos.