Aunque se han logrado avances significativos en materia laboral en los últimos años, la lucha por los derechos de los trabajadores no ha concluido, advirtió la docente Maricruz Sánchez Morales durante su mensaje con motivo del Día del Trabajo.
En representación del magisterio y diversos sectores laborales, la docente ofreció un pronunciamiento este jueves antes de una marcha por las calles de Álamo, en la que participaron distintas organizaciones sociales y sindicales.
Dijo que la clase trabajadora mexicana encara desafíos importantes, pues más del 50% de la población activa se encuentra en la informalidad y no tiene acceso a la Seguridad Social. Aunado a ello, persisten los bajos salarios, las extensas jornadas laborales, la subcontratación injusta y las condiciones laborales desiguales para las mujeres, señaló.
Sánchez Morales reconoció que, a pesar del panorama adverso, existen señales de progreso. Entre ellas, mencionó las reformas que regulan la subcontratación, los aumentos graduales al salario mínimo y una mayor conciencia social sobre la dignidad del trabajo. “Lo que queremos es claro: empleos formales y bien remunerados, acceso a seguridad social de calidad, respeto a los derechos sindicales y condiciones laborales que nos permitan vivir con dignidad y equilibrio entre la vida personal y el trabajo”, puntualizó.
La oradora destacó que el objetivo es construir un país donde el trabajo no sea sinónimo de sobrevivencia, sino de prosperidad. Un México en el que la justicia laboral sea una garantía para todos y donde el desarrollo económico camine junto al bienestar de los trabajadores. “Honrar el trabajo hoy significa reconocer el valor de cada persona que sostiene la vida cotidiana del país: desde quienes labran la tierra hasta quienes enseñan, curan, construyen o limpian. Cada labor tiene una dignidad que merece ser protegida”, expresó.
Finalmente, hizo un llamado a no cesar en la lucha por condiciones laborales más justas. “Sigamos construyendo un país donde ningún trabajador sea ignorado, explotado o silenciado. Como dijo José Martí: ‘El trabajo no es castigo, es la recompensa, la fuerza y la gloria de todos los que lo realizan con dignidad’”, concluyó.