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Sección: Estado de Veracruz

Pese al bloqueo de EU, en Cuba no hay hambruna ni desnutrición, afirma premio Nóbel de Alimentación

El cubano Antonio Ramos Quintana advierte que México debe retomar las políticas públicas de su país para producir sus alimentos.

?ngeles Gonz?lez Ceballos Xalapa, Ver. 18/02/2012

alcalorpolitico.com

El premio Nobel Alternativo de Alimentación, Antonio Ramos Quintana, recordó que a pesar del bloqueo que Estados Unidos le tiene impuesto a su país, Cuba, no hay hambruna, no hay niños famélicos ni desnutridos.

Por ello, consideró que México debería si no aprender de ellos, sí tomar el ejemplo de las políticas públicas que adoptaron para poder producir sus alimentos.

“Frente a la carencia de alimentos, frente a la carencia de dinero para comprar alimentos, el país elaboró una estrategia para producir alimentos con la participación de todos los sectores. Aún y el bloqueo logra producir cierta cantidad de alimentos que suple las necesidades. En mi país no hay hambruna, no hay niños que sean famélicos ni desnutridos”, destacó.

Aseguró que en Veracruz hay muchos cubanos con esa experiencia y uno de éstos es él, que está tratando de regar sus conocimientos para que haya en México una vida más noble y con más calidad.

En ese sentido, indicó que en la entidad apoyará capacitando a los integrantes de la Red Veracruzana de Seguridad y Soberanía Alimentaria, que es un programa de grandes expectativas.

El especialista en agricultura orgánica, acusó que los precios de los alimentos hoy en día están siendo manipulados por el Banco Mundial Internacional y por el Fondo Mundial Internacional a manera de “soborno”.

“Los precios de los alimentos crecen por día, mientras que los insumos que requiere la agricultura también se disparan y lo que cosecha el campesino se le compra muy barato. Hoy en día las familias no tienen como llegarle a la cuota básica para alimentarse como es debido, por lo tanto estamos en una situación bastante crítica”, destacó.

Entrevistado en el marco de la instalación de la Red Veracruzana de Seguridad y Soberanía Alimentaria, resaltó que también se está frente a una situación de carencia de agua, suelos erosionados, pérdida de biodiversidad, problemas climatológicos y el alza de precios del petróleo.

A esto, dijo, hay que agregarle que los precios de importación de alimentos se están encareciendo de forma abismal, lo mismo que el precio de los fertilizantes, cuando anteriormente México producía fertilizantes y ahora es dependiente y tiene que comprarlos.

“Eso está atentando contra los seres humanos y creo que la única forma de hacerle frente a esta situación es esto, los foros sobre la seguridad alimentaria y la soberanía alimentaria en donde juega un papel muy importante el estado, un estado transparente, un gobierno transparente que de verdad sienta este problema como si fuera propio y deben participar todos los sectores de la sociedad”, destacó.

Antonio Ramos Quintana explicó que se debe producir lo que se puede producir, es decir, sí México se caracteriza por producir maíz en tiempo de lluvia y ahora se pierde el recurso porque no llueve, habría que cultivar otros productos que sean compatibles con el régimen hídrico que se tiene y que sea compatible con el clima, de tal suerte que con los ingresos logrados por la producción de ese otro producto alternativo, comprar maíz.

Admitió que es un problema de tradición, pues México “es maicero”, pero hay otros tipos de variantes que se pueden sembrar como las cactáceas que son resistentes a las sequías como el maguey o el nopal.

“Hay que cambiar la estrategia para tratar por todos los medios para salir de este atolladero y que México sea potencia en la producción de alimentos. Aquí hay muchas tierras, es un país muy rico en biodiversidad, así que se puede hacer una tradición campesina muy fuerte”, aseveró.

Añadió que la falta de alimentos en nuestro país, es un problema provocado por la imposición de las políticas neoliberales y es que hoy en día el 50 por ciento de los países desarrollados consume el 75 por ciento de lo que produce, “estamos bastante bien fregados”.