Pide a guaruras de la Dirección de Comercio que no les quiten sus cacahuates a los vendedores

Le siguen llegando más correos con motivo de los trastornos que ocasionan los antros, cantinas, bares o como les quieran llamar, esos lugares que sin ninguna autorización de los vecinos, impunemente se adueñan de la vida de una calle entera; alguna vez tuve la oportunidad de atender un problema con un bar que ocasionaba, incluso, que los vecinos se fueran a dormir a otros domicilio, ya sea de familiares o amigos con la intención de dormir. Se aplicó la normativa y, claro, cerró el lugar que no reunía los requisitos necesarios para funcionar. No me pagaron más por hacer bien mi trabajo, pero el agradecimiento de las personas atendidas fue el mejor pago que tuve.

Se pueden imaginar lo que significa que un vecino dueño de su hogar tenga que dejarlo por culpa de unos cantineros irresponsables a los que nada les importa la tranquilidad del barrio, pues no viven ahí. Si es que tienen familia me gustaría ver que abrieran su cantina junto a la recámara de sus hijos y subieran el sonido de sus equipos y rockolas a todo lo que puedan a las 4 am.

El problema es que los compromisos que contrae la Alcaldesa en campaña ocasionan que se haga de la vista gorda con estos giros, que además dejan mucha lana pero no al Ayuntamiento, es sólo por la supervisión o alguien a sus espaldas, da permisos y cuida a los recomendados.

La recomendación sería -a todos los ciudadanos- que si observan que se intenta colocar un negocio con giro disque de restaurante, cerca de su casa y nunca los visitaron para pedirles su anuencia, es que no es nada tranquilo; será una cantina. Y, claro, no les pidieron su anuencia porque saben que nadie en su sano juicio da permiso a ningún tipo para poner una cantina enfrente o junto de su casa, es decir, nos sorprenden.

Ante esto, inicien la correspondiente denuncia ante las autoridades municipales antes de que abran la cantina o negocio, así sigan quejándose y convocando a sus vecinos, no dejen que pase el tiempo. Si un día no hacen ruido, no tardan en hacerlo. Únanse y sigan quejándose, soliciten informes sobre el negocio, si no les hace caso la autoridad municipal, hay otras instancias que pueden ayudarles.

Algunos funcionarios municipales al amparo de un nombramiento, creen que saben desempeñar las actividades del puesto, y por ello, los más ineptos provocan el caos que vivimos los ciudadanos al tomar o no decisiones, pues son unos inexpertos. ¿Cuál es el merito para que estén ahí? Habría que preguntarle a quien firma los nombramientos.

Ojalá y la Alcaldesa observe este problema y lo atienda. Así empezaron otros, como el vial el de las grúas el del saneamiento, vendedores ambulantes, etc etc.

Y a los guaruras de supervisión de reglamentos ¡que nos los pongan a quitarle sus cacahuates a los pobres vendedores callejeros! Mejor que clausuren las cantinas que tanto molestan y causan tantos problema.

Gracias.