Cientos de personas se congregaron en Xalapa para crear un río iluminado de velas al participar en la procesión de Cristo este viernes santo.
Como cada año la fe cristiana se reflejó en la cantidad de fieles que en completo silencio caminaron por las calles de Xalapa, para formar un río luminoso de personas que sin pronunciar palabra lamentaban la muerte de Jesús.
El Arzobispo Hipólito Reyes Larios, encabezó la procesión acompañado de los 86 sacerdotes, que pertenecen a la arquidiócesis de Xalapa, así como de fieles católicos.
Familias se asoman a la puerta o ventana para ver pasar a los cientos de personas que iluminan las calles con la luz de las velas a su paso.
En el caminar se lleva el santo sepulcro donde se puede apreciar a Cristo ensangrentado, lastimado y con heridas que le hicieron en la cruz cuando se sacrificó por los pecados de la humanidad.
También los fieles llevan en la marcha a Nuestra Señora de la Soledad, para darle el pésame por la Muerte de Cristo en la cruz.
El recorrido inició en la Parroquia Santa María de Guadalupe Emperatriz de América hacia la Rotonda, para después caminar hacia 20 de noviembre, 5 de Febrero, Xalapeños Ilustres y concluir en la Catedral Metropolitana donde el Arzobispo Hipólito Reyes Larios, pronunció el sermón del pésame a la virgen María.
En el mensaje que el Arzobispo dirigió a la feligresía pidió oración por los ciudadanos que en breve eligieran con conocimiento y responsabilidad a los gobernantes.
“A los servidores públicos que ocuparán y desempeñarán los importantes cargos de Presidente de la República, de Gobernador de nuestro estado de Veracruz, de integrantes del Senado y de Diputados del congreso local y nacionales”.
Pidió oración e intercesión de la Madre de Dolores por los bebés no deseados, abortados, abandonados y por los que nacen en condiciones precarias, también como por las madres solteras, viudas, divorciadas y como todas las mujeres que son madres.
“Para que todos los estados de la República se pronuncien siempre a favor y en defensa de la vida humana en todas sus etapas, desde su concepción hasta la muerte natural”.
Uno de los puntos principales por los que pidió a la virgen su intervención fue en el tema de la seguridad, pues dijo que hoy en día se vive la violencia y carencia de paz en nuestro país.
“Por los que toleran el acoso sexual y la injusticia, por los que soportan con rabia y coraje, las extorsiones, los secuestros y los levantones, por los que lloran la ausencia de sus hijos queridos. Por las mujeres y hombres que migran a otros lugares en búsqueda de mejores condiciones de vida, de respiro y seguridad de sus familias ante la violencia social y la carencia de paz en nuestro país y concede nobles sentimientos a los gobernantes y pueblos que los reciben”.
De igual forma la petición se hizo extensiva por los que son secuestrados levantados, víctimas de trata de personas, obligados al narcomenudeo y a la delincuencia organizada.
Pidió la intervención de la virgen María por las personas que padecen de cáncer, Sida, enfermedades mentales, males incurables o pacientes terminales, los que han sufrido accidentes en el trabajo o carreteras, los que están purgando condenas en los penales, los que han perdido el sentido de la vida y buscan el suicidio.
“Intercede también por los que han sido asesinados, por los que han perdido la vida en defensa de la verdad, por los que han fallecido en el combate a la delincuencia y lucha por los derechos humanos. Por los muertos desconocidos que han sido arrojados a las fosas comunes, por los asesinados sepultados en fosas clandestinas, por los desaparecidos de los que nunca han sido hallados sus restos mortales, por los padres de familia que han sufrido la pérdida de sus queridos niños y jóvenes”.