Pilas alcalinas generan grave contaminación al agua y suelo, reiteran

La mala disposición de pilas alcalinas en sus diferentes presentaciones sigue generando una grave contaminación de suelos y aguas, porque no existe una regulación para su control en la compra-venta y disposición final, aunque existen Ayuntamientos que ya ofrecen estén servicio.

La descomposición de una batería compuesta de mercurio, cadmio, litio o plomo, genera una importante contaminación al ambiente, debido a que el mercurio y el cadmio, y otros metales, no se destruyen, generan gases de efecto invernadero y contaminan con el derrame de sus compuestos.

Fernando Gordillo Aguilar, quien coordina el reciclaje y disposición final de pilas en Mendoza, explicó que las pilas tardan hasta 200 años en degradarse y pueden contaminar hasta 3 mil litros de agua, por lo cual son uno de los elementos más nocivos para el medio ambiente.



Por ello y en un esfuerzo por disminuir los efectos nocivos para la salud y el medio ambiente que se generan al dar un destino final no adecuado a las pilas usadas, se mantiene un convenio con la empresa Econtainer, que consiste en ubicar contenedores en locales comerciales de este municipio, que más tarde se recolectan para su disposición final.

La empresa Econtainer, recibe las pilas y realiza la disposición final, cumpliendo con las formalidades y requisitos técnicos, así como las disposiciones que prevén las normas y leyes ambientales.Fernando Gordillo Aguilar, explicó que estos productos no deben mezclarse con desechos orgánicos, debido a que los residuos que se desprenden de las pilas usadas son muy dañinos para la salud y el medio ambiente.

Recordó que, al manipular adecuadamente las pilas usadas, se pueden reutilizar las piezas funcionales y reciclables, para ser utilizadas nuevamente en la fabricación de alambres, llaves, varillas y partes de automóviles. Además, se recuperan elementos como litio, cadmio, níquel y zinc, mientras que el resto de los componentes se almacenan en plantas de tratamiento.



Las pilas son las causantes del 93 por ciento del mercurio en la basura doméstica, mismas que al contacto con la piel pueden causar irritación, quemaduras en la piel, ojos, tracto respiratorio, entre otras complicaciones a la salud.