Un "elefante blanco", eso es la planta de tratamiento de Aguas Residuales, que casi está concluida, pero que la obra fue detenida por falta de recursos desde la pasada administración. Sin embargo su edificación la hicieron en un sitio donde será difícil ponerla en funciones, reconoció el alcalde Miguel Martínez Martínez.
Este proyecto tenía como objetivo ayudar al saneamiento del Río Blanco, la inversión que se planeó hacer en ésta era del orden de los 68 millones de pesos, pero el recurso estatal no llegó completo; el federal indicó que sí.
“Terminaron haciéndola pegada al Cerro del Borrego, y obviamente los niveles no son los adecuados; en el lugar donde está, no atiende realmente a la población que debiera. Cuando en la entrega-recepción se hizo la observación de que no estaba terminada la obra, y que al proveedor se le habían entregado más recursos de los que le correspondían” afirmó Martínez..
Comentó que el gobierno federal destinó recursos económicos para este tipo de acciones, como parte del Plan Nacional de Desarrollo, de Felipe Calderón, donde uno de los planteamientos es el de sanar los afluentes “el municipio de Río Blanco por eso hizo la gestión, la causa es buena, el problema fue que no la pusieron en un lugar inadecuado, y hoy, llevar allá las aguas negras va a ser un problema”.
Esta obra comenzó durante la administración pasada y en un inicio se contemplaban dos plantas tratadoras; pero sólo se empezó una, que es la que está al 90 por ciento. De la otra, solo se supo que hay parte del material pero la empresa que la construía argumentó que no había terreno dónde iniciar trabajos.