Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: Nacional

Pobladores de Xochimilco luchan contra la extinción del ajolote

- En su hábitat natural ya no se reproducen por la contaminación y depredadores en los canales

- En “La Casita del Axolótl” una familia trabaja para proteger y reproducir esta especie de salamandra

Luis Barr?n M?xico, D. F. 13/03/2014

alcalorpolitico.com


Click para ver fotos
En un ambiente de tranquilidad y alejada del gran ruido de la grandes ciudades, los habitantes de la delegación Xochimilco disfrutan del entorno rural que aún conservan y que permite a algunas personas trabajar para proteger y conservar su flora y fauna. En este escenario, el ajolote lucha cada día por no extinguirse.

El ajolote o Ambystoma mexicanum es un anfibio endémico de la zona de Xochimilco que se encuentra en peligro de extinción, ya que en su hábitat natural ya no se puede encontrar debido a diversos factores como la contaminación, depredadores como la carpa y truca que viven en los canales, además de las deficientes políticas públicas para su rescate en los canales de Xochimilco.



El joven Jesús Correa que encabeza “La Casita del Axolótl” junto con sus padres, trabajan para proteger y reproducir esta especie de salamandra conocida como Ajolote de Xochimilco, que en la actualidad lucha por no desaparecer de los históricos canales chinamperos.

Jesús tiene varios ejemplares para reproducción del Ambystoma mexicanum en un pequeño salón de exhibiciones en su chinampa, donde nos muestra un ajolote con cientos de huevecillos que posteriormente serán los luchadores para evitar la extinción de esta especie. Nos comenta que ellos logran que el 40 por ciento sobrevivan esta etapa.



Tras 18 años de dedicarse a reproducir al ajolote, han tenido nulo apoyo de las autoridades correspondientes y lo hacen más por amor a la especie y al medio ambiente que por negocio como algunos piensan que representa tener un centro de estas características, aquí no hay ganancias, es sólo sobrevivencia, afirma.

En su pequeña chinampa atienden al turismo con la venta de diversos productos, artesanías, comida, servicio de baño y una visita al salón de exhibición del Axolótl con un costo de 10 pesos, donde también existen ejemplares de víboras de cascabel, ranas, tortugas japonesas, peces y tarántulas que han sido rescatadas de la zona o son donaciones de los visitantes.

Los recursos para mantener este centro provienen de su trabajo en otras actividades para tener para comprar medicamento o alimento que en ocasiones con la venta de plantas o alimentos no sale, debido al bajo número de visitantes, señala Jesús.



El rescate del ajolote a través de la reproducción es delicado por las condiciones que se deben tener para el proceso, como la temperatura y la calidad del agua. Un desove registra entre 200 a 400 huevecillos en los ajolotes jóvenes y de mil a dos mil en su etapa madura, de los cuales con el procedimiento que Jesús aplica se salva el 40 por ciento.

Actualmente en los canales de las chinampas en Xochimilco no se pueden encontrar ejemplares del ajolote en su hábitat natural como lo afirmó un estudio publicado por la UNAM el pasado mes de enero, debido a la diversidad de depredadores como la carpa, trucha, tortugas y pejelagartos que son dejados en los canales por personas que ya no desean tener la responsabilidad de cuidarlos.

La contaminación del agua de los canales y los cambios en los procesos de producción de plantas han dañado el ecosistema y con ello el hábitat natural de ajolote.



El investigador del Instituto de Biología de la UNAM, Luis Zambrano, publico en la revista científica Como ves?, de la UNAM, su estudio con respecto al ajolote mexicano, señalando que este pariente de la salamandra tiene sus días contados.

A continuación la cita textual de su artículo:

El ajolote Ambystoma mexicanum es una especie endémica de los canales de Xochimilco y posee características que la hacen única. En su ciclo de vida, los anfibios (ranas y sapos; salamandras y cecilias), sufren un proceso llamado metamorfosis: los huevos se transforman en larvas acuáticas, y éstas en adultos terrestres, pero el ajolote se mantiene en estado larval en su etapa adulta, conservando sus branquias, lo que le permite respirar en el agua. Otra característica singular es que tiene la capacidad de regenerar miembros perdidos, por lo que ha sido objeto de estudios sobre regeneración, fisiología, embriología y evolución.



Aunque contar con información precisa sobre las poblaciones de ajolotes es muy complejo, la evidencia científica sugiere que su declive es relativamente reciente. Un estudio realizado en 1988 reveló que existían alrededor de 6 000 ajolotes por kilómetro cuadrado en los canales de Xochimilco. Para 2004, este número había descendido a alrededor de 100 animales en la misma área. Y la reciente investigación de Luis Zambrano, publicada en la revista Conservación biológica, sugiere que la población total de ajolotes es de entre 700 y 1 200 individuos, que viven en seis áreas muy reducidas y dispersas de los canales. Las causas de su desaparición son diversas: la desecación del lago de Chalco en la década de los 70, las descargas de aguas residuales en los canales, los desechos de agroquímicos de granjas cercanas y la introducción de tilapias y carpas, especies exóticas, que devoran los huevos del ajolote y compiten con éste por la comida. En realidad lo que resulta increíble es que estas aguas pobladas por cientos de botes —las tradicionales y coloridas trajineras— y sumamente contaminadas aún puedan albergar algún tipo de vida silvestre.

Zambrano planea abrir un santuario piloto en los siguientes meses y propone construir hasta 15 en sitios clave dentro de los canales de Xochimilco, donde él y su equipo instalarían barreras para impedir el paso de las especies no nativas. No es sólo un intento de salvar a un anfibio más, una muy peculiar salamandra: es algo que debemos a nuestra biodiversidad, a nuestra historia.

Ante esta realidad, los 20 a 25 centros de reproducción del Ambystoma mexicanum trabajan día con día para asegurar la sobrevivencia de la especie, la mayoría de ellos sin apoyo de institutos, universidades o dependencias gubernamentales y que desean que los vean, apoyen y así juntos protegerlo y reproducirlo.



La importancia de la especie tanto para el medio ambiente como sus propiedades alimenticias y medicinales son valiosas para la sociedad, ya que tiene la característica de regenerarse tras sufrir la perdida de alguna de sus extremidades y que esto ha generado estudios avanzados para aplicarse posteriormente a los seres humanos.

Finalmente Jesús Correa invita a todos a conocer al ajolote y a apoyar como en muchos otros casos al especies en peligro de extinción con respetar el medio ambiente, no comprarlos de forma ilegal y apoyar a los centros que buscan protegerlos.