El presidente del Consejo Intermunicipal de Ambientalistas (CIMA), Graciano Illescas Téllez, advirtió que los efectos del cambio climático son ya una realidad visible en la región de Orizaba, particularmente en la flora y fauna de las Altas Montañas.
Explicó que, debido al aumento de la temperatura, la vegetación tropical ha comenzado a extenderse hacia zonas que antes eran más frescas y que estaban cubiertas por encinos y pinos. Esta transformación se nota especialmente en el cerro del Borrego.
“La selva está subiendo, literalmente. Lo primero que cambia es la vegetación, y eso arrastra a los animales”, comentó el especialista, quien alertó sobre los desplazamientos de fauna hacia zonas urbanas.
Los animales están perdiendo sus hábitats debido tanto al cambio climático como a la invasión humana, lo cual aumenta los riesgos de extinción.
Illescas Téllez criticó, además, la falta de políticas públicas enfocadas en mitigar estos impactos, así como los recortes en presupuestos ambientales, que dejan a la región sin herramientas para enfrentar la crisis.
Concluyó señalando que, si no se actúa pronto, las consecuencias serán más difíciles de revertir y afectarán directamente la calidad de vida de los habitantes.