Por pandemia, se desploma el precio de los cítricos, en Álamo

Mientras que a finales de septiembre del año pasado la tonelada de naranja oscilaba entre 6 mil y hasta 12 mil pesos “puesta en la báscula”, los precios actuales están “por los suelos” y los productores obtienen entre mil 300 y un máximo de 2 mil 500 por cada mil kilos.

“En esta temporada hay poca fruta y es para que tuviera mejor precio”, indicó el productor Carlos Herrera, aunque explicó que los mercados de Ciudad de México y Guadalajara, a donde principalmente se envía la fruta en fresco, se han contraído, es decir, existe poca demanda, atribuida a la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19.

Y aunque se afirma que esta temporada es de menor cosecha en comparación con la del periodo de enero a julio, lo cierto es que el centro de acopio ubicado en el ejido Estero del Ídolo se ha visto abarrotado de fruta durante esta semana.



Otro problema de siempre para los productores es la incesante actividad de los intermediarios, conocidos coloquialmente como “coyotes”, quienes prácticamente fijan los precios en la compra-venta y se llevan la mayor parte del beneficio.

Por si fuera poco y algo que es un “secreto a voces”, en el centro de acopio se han filtrado integrantes de la delincuencia, quienes ejercen cobro de piso a compradores y vendedores, situación que se ha convertido en otro lastre para los citricultores del municipio número uno en producción a nivel nacional.