Por qué permiten que en Xalapa anden ruleteando taxis de muchos municipios

Señor Director:

Me dirijo a su periódico en línea para unirme a las quejas que han publicado respecto de los señores taxistas.

En primer término, quisiera preguntar a las autoridades por qué dejaron de aplicar la ley que estipula que los taxis no pueden dar servicio fuera de sus localidades. Hasta la época en la que el señor Ricardo Ahued fue presidente municipal era sabido que los taxis de otras localidades podían traer pasaje a la ciudad, sin embargo TENÍAN PROHIBIDO TOMAR PASAJE DENTRO DE ELLA Y CIRCULAR POR CUALQUIER VÍA QUE SE LES OCURRIERA. Con la llegada del señor David Velasco Chedraui esta normatividad se fue a la basura, y tristemente la señora Elizabeth Morales no ha hecho nada para volver a regular esta situación.

La verdad es que es incomprensible por qué, siendo que tuvieron a bien dar más de 6,000 concesiones para la ciudad de Xalapa, todavía permiten que entren a circular por donde sea taxistas de otras localidades.

Y el problema no radica únicamente en el aumento de la carga vehicular, sino que además son prepotentes, groseros y es muy difícil que alguno respete mínimamente las reglas de tránsito. Por citar un ejemplo, esta mañana venía circulando en mi automóvil para ingresar de Xalapeños Ilustres a la calle Arteaga (por el carril de la derecha que es el que corresponde para hacer este movimiento), cuando de pronto sale por mi izquierda un taxista que quería ingresar a la citada calle Arteaga por el carril de la izquierda a toda velocidad para ganarme el paso, siendo que en el de la derecha únicamente estábamos formados tres vehículos y nada le costaba esperar su turno. Este taxi era el 117 del municipio de Banderilla. Es por todos sabido que los taxistas en mucho se consideran dueños de la ciudad, por lo cual son incapaces de esperar sus turnos y se “cuelan” por cualquier pequeño tramo de calle y “avientan” sus vehículos sobre quien sea que les “estorbe” el paso.

No me malentiendan, no digo que todos ellos sean así, pero tristemente sí son la mayoría, especialmente porque al no aplicar la ley y permitir el ingreso de taxis de otras localidades el número de estos aumenta aterradoramente, por lo que se la pasan “peleándose” el poco pasaje que aún tienen (porque para como está la economía actual es raro ver que alguien aborde un taxi).

Gracias a la maniobra de este cafre del volante, me percaté de que en la parada de autobús que está una cuadra antes de la iglesia San José hacía parada otro taxi, el 94 también de Banderilla, que allí, a la vista de quien sea, subía pasaje siendo que no le corresponde trabajar en este municipio.

Y estos son sólo dos ejemplos, pero cualquiera que circule por las calles de Xalapa puede toparse en períodos de tiempo muy cortos con taxis de Banderilla, Coatepec, Emiliano Zapata, Tlalnehuayocan, Naolinco, Las Choapas, Boca del Río, y vaya uno a saber qué tantos municipios.

Yo estoy a favor de la medida de “Un día sin taxi”, es más, me atrevo a decir que al reducir la “competencia” diaria los señores taxistas mejorarían sus ingresos, o al menos los mantendrían como hasta ahora pero sin tener que pasar tantas horas al volante dañando su salud y contaminando tanto el medio ambiente. Pero quisiera sugerir que antes de implementar esta medida optaran por volver a aplicar la normatividad y se impida que taxistas de otros municipios tomen pasaje dentro de la ciudad.

En otro punto, me gustaría decir a los señores taxistas que por su bien y el de la ciudadanía deberían aprender a ser más conscientes y a usar la lógica al circular por la ciudad, pues no es raro ver que:

1. En los cruceros 1x1 no se detengan a dar el paso cuando le corresponde al vehículo de la otra vía cruzar. O bien, cuando es su “turno” avanzan aún cuando la circulación sobre la vía por la que van esté detenida y lo único que consiguen es obstruir la circulación de la calle con la que hacen crucero.

2. Lo mismo ocurre en los semáforos, aun cuando ven que la circulación está detenida, puesto que tienen la luz verde del semáforo avanzan y obstruyen las demás calles, quedándose “atravesados” aún cuando ya tengan la luz roja. Esto sólo entorpece la circulación de aquellos que van a utilizar las vías por las que los señores conductores sin criterio están obstruyendo.

3. También me ha tocado ver que, con la finalidad de ingresar a alguna calle aledaña, los señores taxistas toman tramos de hasta más de cien metros en sentido contrario para evitarse la molestia de esperar a llegar al nivel de la entrada de la calle a la que se dirigen (algo que vi hacer esta mañana al taxi 2958 de Xalapa, sobre la Av. 20 de Nov. Para ingresar a la calle Sarabia, movimiento con el cual obstruyó la circulación de los que veníamos circulando sobre la Av. 20 de nov., en dirección a Av. Xalapa, pues como Sarabia estaba llena de vehículos, el señor se quedó detenido en sentido contrario hasta que pudo pasar.

En fin, como estos ejemplos hay miles, es difícil comprender por qué si son precisamente ellos los que más afectados se ven cuando las normas de tránsito no se cumplen, no se molestan en ser ejemplo para el resto de la ciudadanía y empiezan a respetar los reglamentos de tránsito.

Sra. Luna