Porcicultores, en “alerta máxima” por crisis; repudian importación de carne

En situación de máxima alarma es como se definen en este momento los productores porcícolas mexicanos, toda vez que dijeron están sumergidos en una profunda crisis nunca antes vista que los mantiene al borde de la quiebra y a México lo coloca ante la posibilidad de perder su soberanía alimentaria.

A través de una petición que hicieron al Gobierno Federal, los integrantes de la Organización de Porcicultores Mexicanos indicaron que México podría depender de carne proveniente de otros países para proveer al pueblo, lo que se traduciría en poner en manos extranjeras la dependencia a cambio de alimentos dejando de producirse en nuestro territorio.

“Las importaciones de carne de otras naciones bajo condiciones de dumping, es decir por debajo del costo de producción del país de origen no está siendo la solución para abatir la inflación contra la canasta básica. Esta estrategia lo único que ha acarreado son ganancias inmorales en favor de empresas que se dedican a especular y lucrar con los precios de los alimentos”, expresaron en un documento que enviaron al Gobierno Federal y los gobiernos estatales.



Además, aseveraron que con esta práctica los comercializadores han sometido a los productores mexicanos imponiendo precios subvencionados por otros gobiernos con una práctica desleal y desproporcionada que está aniquilando a este sector.

“Una simple comparación lo Ilustra: el productor mexicano vende el kilogramo de cerdo en promedio por debajo del umbral de 28 pesos, cuando el costo de producción rebasa los 38 pesos; los comercializadores imponen al consumidor final productos que alcanzan los 130 pesos”.

Por eso expresaron que es necesario que la opinión pública conozca que la producción de cerdo en México está en real peligro de desaparecer junto con la soberanía alimentaria.



“Al pueblo de México le decimos que como nunca había ocurrido, estamos frente a una catástrofe alimentaria con la desaparición de nuestra producción porcina. Granjas de cerdo están cerrando sus operaciones. Productores en Sonora, Nuevo León y Jalisco se han declarado en bancarrota; los empleos que dependen de nosotros se están liquidando, dejando a cientos de familias sin sustento”.

Asimismo, recalcaron que los porcicultores están poniendo todo su esfuerzo y patrimonio para sobrevivir y para impedir que la desaparición arrastre a las familias que dependen de la actividad junto con la aportación al desarrollo económico.

No obstante, advirtieron que de no llegar a la brevedad la conciencia y el apoyo de los gobiernos federal y estatales, así como de la sociedad en su conjunto, esta crisis se convertirá en un desastre social.