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Sección: Estado de Veracruz

Presupuesto y Ley de Ingresos para 2021 no contempla nuevos impuestos

- Tampoco habrá aumento en tasa de los gravámenes; se buscará evitar evasión fiscal

- Gobierno prevé condiciones adversas por pandemia; podría caer otra vez actividad económica

Javier Salas Hernández Xalapa, Ver. 20/11/2020

alcalorpolitico.com

Para el próximo año, la economía veracruzana enfrentará condiciones adversas y el Gobierno del Estado un escenario de restricciones presupuestales, sobre todo por la reducción de participaciones federales, por lo que será necesario orientar los esfuerzos en fortalecer el crecimiento de los ingresos propios y la coordinación fiscal con el Gobierno Federal.

En la presentación del Proyecto de Presupuesto de Egresos y de la Ley de Ingresos para el Ejercicio Fiscal 2021, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez contempla que las cuotas y tarifas de los Impuestos se actualizarán únicamente por inflación, de acuerdo con el mecanismo de la Unidad de Medida y Actualización (UMA) que establece el marco normativo.

En el caso de los Derechos, el ajuste podría derivar de la actualización de costos de los bienes públicos y de los servicios que proporcionan las dependencias gubernamentales.



Aunado a ello, se plantea adoptar estrategias para llevar a cabo acciones de fiscalización que eviten la elusión y evasión fiscal y, simultáneamente, mantener la moderación en el manejo de la deuda pública.

Sin embargo, el titular del Poder Ejecutivo garantizó que la estructura de Impuestos estatales se mantendrá inalterable en virtud de que no se aumentará la carga fiscal sobre el ingreso de las familias, ni habrá incremento de tasas en los Impuestos vigentes.

Agregó que los esfuerzos de reforma tributaria se orientarán a fortalecer la base gravable de las contribuciones y hacer más sencillos los procedimientos de recaudación.



Recordó que para responder a los desafíos de carácter financiero que se enfrentarán, se reforzaron las medidas de contención del gasto, tales como la reforma constitucional que establecen que los entes públicos deberán integrar a la Secretaría de Finanzas y Planeación (SEFIPLAN) los recursos estatales no aplicados en el ejercicio fiscal.

Además, el gasto programático de los entes, órganos y organismos debe apegarse a los ingresos de libre disposición en cuanto a los recursos que reciben del Estado, a la vez que se faculta a éste para efectuar ajustes en las ministraciones a las dependencias centralizadas y entidades paraestatales de los tres poderes, en caso de ver disminuidas las participaciones federales. Estas acciones de sujeción del gasto complementan las normadas por la Ley de Austeridad para el Estado de Veracruz y sus Lineamientos Generales.

En el 2021, la economía veracruzana enfrentará condiciones adversas y estará envuelta en un velo de incertidumbre ante la pandemia del COVID-19, tan sólo la actividad económica, industrial, turística, comercial, entre otras, que apenas empezaban a recuperarse o menguar su caída, podrían sufrir nuevamente retrocesos.



Aunado a ello, el riesgo de rebrote de casos de Coronavirus pone en el escenario la posibilidad de reactivar con mayor fuerza las acciones de confinamiento.

Indicó que las debilidades financieras que se deberán afrontar en el año 2021, obligan a continuar con la responsabilidad hacendaria que ha asumido la actual Administración, con controlado endeudamiento y con racionalidad y transparencia en la aplicación de los recursos públicos, para que su productividad se refleje en las regiones y núcleos de población más vulnerables.

García Jiménez puntualizó que los impactos de la pandemia sobre el sistema de salud y en la economía en general se mantendrán durante 2021, aunque se estima que de manera menos severa.



Los retos que deberá enfrentar la política fiscal en 2021 son muchos y formidables. Por el lado de los ingresos, se anticipa que el monto de transferencias federales a la entidad registrará una reducción en relación con 2020.

Por el lado del gasto, añadió, las presiones provendrán de la necesidad de mantener el financiamiento a programas que garanticen el acceso de la población a servicios esenciales durante la pandemia, como el agua potable y el saneamiento. En paralelo, deberán destinarse recursos para adaptar el sistema educativo a las condiciones postpandemia.

Un desafío particular representa ajustar el sistema de salud. De acuerdo con organismos financieros internacionales, no habrá recuperación económica sostenida mientras la pandemia no haya sido contenida.



Y para ello es necesario que el sistema de salud se prepare no sólo para tener acceso a las vacunas en cuanto éstas estén disponibles, sino para distribuirlas territorialmente y aplicarlas, dando prioridad a los segmentos de la población más vulnerable.