Profanan la cripta de la familia Rivadeneira Bravo en el panteón municipal de Coatepec

La cripta de una familia que es objeto de estudio por su importancia histórica para Coatepec y la región fue profanada en el panteón municipal, posiblemente para robar objetos personales ya que era una familia acaudalada, hecho que es constitutivo de un delito.

Pese a que las osamentas de Juana Rivadeneira de Bravo y Esteban Bravo, quienes murieron en 1903 y 1887, se encuentran completamente expuestas, esto se mantiene en total impunidad ya que el Ayuntamiento y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no han intervenido.

Actualmente la doctora en historia de la UNAM, Soledad García Morales, está haciendo un trabajo de investigación sobre la vida de Rivadeneira de Bravo, ya que la filantropía de su familia benefició a los pueblos de Coatepec, Teocelo y Cosautlán.



Al respecto, el arquitecto y presidente del Centro Histórico de la Ciudad de Coatepec, Gregorio Jácome, señaló que el Ayuntamiento mantiene en completo abandono el cementerio, ya que incluso sirve de paso para los habitantes de una colonia.

“Aunque no está clasificado dentro de la zona de monumentos históricos, por la antigüedad de las tumbas que existen y la belleza arquitectónica se considera como parte del legado cultural de Coatepec y está abandonado por el municipio”, expuso Jácome.

El arquitecto pidió la intervención de las autoridades competentes, ya que no es la única tumba que ha sido robada y el hecho de que comiencen a profanarse a su parecer es un indicativo de alerta.



Cabe señalar que el administrador del cementerio, Mario Alarcón Bravo, se desentendió del asunto en entrevista, asegurando que al ser una propiedad privada no pueden intervenir.

Lo anterior pese a que la el artículo 298 del Código Penal del Estado señala que es un delito por el que se puede imponer prisión de uno a cinco años y multa hasta de cuarenta días de salario mínimo.

“No me corresponde a mí cuidarlo porque es una propiedad privada y nosotros no podemos intervenir”, excusó el administrador en breve entrevista.
Cabe señalar que un personaje importante de la familia fue Armando Bravo y Ramírez, quien se encuentra enterrado en la zona de personas notables junto a la tumba de la poetisa María Enriqueta Camarillo.



Él fue un arquitecto reconocido y donó el edificio situado justo en la calle Campillo y Zaragoza, donde a la fecha se encuentra una escuela para trabajadores. Al morir en el año de 1969 signó su testamento en el cual legó sus bienes a los pueblos de Teocelo, Coatepec y Cosautlán.

Entre las obras más destacadas del arquitecto se encuentra la remodelación de Palacio de Gobierno de Xalapa, la fachada de la capilla en las Ánimas, entre otras.