Ir a Menú

Ir a Contenido

Protestan sexoservidores frente al Cuartel militar en Orizaba, contra los soldados

Los acusan de haberlos agredido; los golpearon y secuestraron a uno durante la madrugada

Miryam Rodr?guez Hern?ndez Orizaba/Mariano Escobedo, Ver. 04/07/2009

alcalorpolitico.com

Sexoservidores de esta ciudad, acusaron a elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, del cuartel militar ubicado en Pluviosilla, de que los agredieron tras no quererles otorgar el servicio, “son homofóbicos pero bien mayates”.

Los trabajadores sexuales narraron que fue al filo de las 00:30 horas cuando un convoy de 12 militares encapuchados, se bajaron de una Hummer, en la calle oriente 9 (que es el sitio donde se instalan tanto sexoservidoras como sexoservidores), acto seguido jalonearon a dos homosexuales.

“Lo golpearon, como si fuera un bulto, ahí lo pusieron en el piso, de ahí detuvieron a la pareja de otro compañero, les echaron una lona, se lo llevaron y tomaron la carretera hacia el municipio de Mariano Escobedo, los fueron golpeando en el trayecto con la culata, les iban apuntando con las armas que traen”, externó Jairo Guarneros Sosa, líder de la Coordinadora de la Sociedad Civil, y representante de los quejosos.

Manifestados afuera del cuartel de Orizaba, agregaron que cuando llegaron a un paraje de Mariano Escobedo, los siguieron golpeando, los dejaron desnudos, además que aseguraron que los soldados los amenazaron que los violarían y que si denunciaban lo que había sucedido, iban hacerles daño a sus familias, después matarlos.

Indicaron que el actuar de los castrenses, responde a que estos a veces piden su servicio a los homosexuales, pero estos no se los brindan porque en reiteradas ocasiones, están borrachos y drogados, por ende son agresivos.

“Nosotros tenemos el nombre de uno de estos, que creemos venía al mando, Daniel Luna Santos, de 30 años, con domicilio en Martínez de la Torre, soldado que estuvo hace tres días detenido por agredir a uno de los compañeros con navaja, pero mira los señores cuando están borrachos, también recurren a los servicios de los compañeros” acentuó Guarneros Sosa.

Añadieron que más de una vez cuando los sexoservidores han estado con los soldados y presentan estado etílico, los castrenses son salvajes, los golpean, los levantan y agraden fuertemente.

Por eso desde la madrugada interpusieron una denuncia en el Ministerio Público sector norte, además que dieron aviso a la red mexicana de trabajo sexual, organización que dará una rueda de prensa en México DF., para denunciar estas anomalías de parte de los elementos del Ejército Mexicano.

Alrededor de 15 minutos los manifestantes bloquearon la calle donde está ubicado el Cuartel, hasta que llegó el Delegado de Tránsito Juan Ramón Heredia, quien les solicitó liberaran la avenida y estos después de unos minutos de charla, de manera pacífica no interrumpieron más el tránsito.

Por su parte los soldados, antes que los manifestantes llegaran, mantuvieron cerradas las puertas de este cuartel, sólo la abrieron cuando en un taxi llegaron cuatro mujeres que descendieron del vehículo y se metieron a este sitio. Ya para cuando los reclamantes lanzaron consignas contra ellos, entonces subieron y desde la parte alta del edificio militar, estaban a la expectativa con sus armas, pero los que estaban en la puerta desde adentro no cesaron de tomar fotos a todos los que estaban ahí, incluyendo manifestantes, policías, incluso reporteros.

MILITARES ACUDEN UNA VEZ A LA SEMANA POR SERVICIOS DE HOMBRES Y DE MUJERES: SEXOSERVIDOR

Esta es la historia de un homosexual, quien se ha dedicado a trabajar en el giro del sexoservicio, y narra la situación por la que pasa, tras las agresiones de los militares.

“Yo salí de un servicio cuando vi que llegaron y se pararon, y me jalonearon, me tomaron fotografías, nos amenazaron de muerte y nos dijeron que íbamos a desaparecer de ahí”.

Explicó que ayer los militares lo subieron a la Hummer, los golpearon, los taparon con una lona, y cuando pudieron ver se dieron cuenta estaban en un terreno baldío, pero también -dijo- que hubo agresión sexual toda vez que por la fuerza lo querían tomar los militares, “me rompieron la blusa y me comenzaron a quitar el pantalón”.

Indicó que los soldados acuden una vez a la semana a solicitar el servicio, no sólo de mujeres, sino también de los varones.
Y un amigo de él aseguró que un militar “pidió un servicio, yo estaba sentado, cuando me llegó con un arma blanca, me quiso picar, pero salí corriendo, creo que de ahí viene el problema y por eso ayer con mi compañero nos levantó".