Queda como nuevo el emblemático “Colotero” de Álamo

El Colotero, el monumento colosal emblemático de este municipio productor de cítricos, fue objeto de restauración pues presentaba afectaciones, lo que implicó la reconstrucción de elementos como las naranjas que simulan caer desde lo alto del canasto que lleva a hombros la escultura.

El artista responsable de la restauración, el escultor Miguel Ángel Vargas Miranda, indicó que, aunque no había daños estructurales, la pieza de cemento presentaba notorios desprendimientos en un costado derecho del cuerpo del colotero, nombre que se le da a quienes acarrean la naranja en canastos, coloquialmente llamados colotes.

Detalló que diez de las 192 naranjas también tuvieron que ser reparadas, además del retiro de nidos y colmenares, limpieza general exhaustiva por acumulación de heces de aves y murciélagos, y, al final, aplicación de sellador y diversas capas de pintura en distintas tonalidades.



“La estructura principal, que es un arco de concreto armado con varillas y refuerzos, está intacto, sigue en muy buenas condiciones, el 95% estaba intacta y muy bien conservada tanto en el interior como exterior y solamente se observaba desprendimiento de mezcla, con grietas moderadas a severas. Había desprendimientos grandes, de hasta 40 centímetros y se rompió la malla, pero los aceros y el alambrón se conservan bien”, abundó.

Explicó que durante nueve años no hubo mantenimiento, además de que, por su ubicación a unos metros de la carretera federal en la entrada principal a esta ciudad, las vibraciones por el constante paso de vehículos derivaron en afectaciones, además de que la obra es hueca.

“Todo eso fue deteriorando poco a poco, además de que hay filtraciones y empezaron los desprendimientos y la formación de grietas superficiales”, detalló.



Con longitud de 35 metros y casi 18 de altura, esta es la tercera restauración que se hace en 19 años al monumento, en cuyo cuerpo, según versión de pobladores, había varios impactos de proyectiles por balaceras en el sector, aunque en la restauración se encontró solamente un impacto en la pierna derecha, atajó Miguel Ángel Vargas Miranda.

La obra, creada por el escultor pozarricense Miguel Vargas Martínez, fallecido en septiembre del año pasado a los 79 años de edad, fue inaugurada en 2004, durante el periodo del ex alcalde Juan Bustillos Montalvo, siendo el actual ayuntamiento el encargado de financiar la restauración que inició en la segunda semana de febrero y que concluyó el fin de semana, refirió Vargas Miranda, quien participó en los últimos 8 meses de la construcción de la colosal estatua, que demoró poco más de 2 años.

El escultor de tiempo completo y creador de diversas obras, sugirió que monumentos como El Colotero, construido con cemento, arena y varilla en un clima tropical y vibraciones de piso por paso de vehículos pesados, requieren mantenimiento preventivo una vez al año “para que viva décadas, muchas décadas”, recalcó.