Cerca de 45 lustradores de calzado, conocidos como "boleros", sobreviven en tres municipios de esta región debido a la precaria situación económica tras la pandemia COVID-19.
Sin prestaciones económicas y bajo condiciones climatológicas adversas, los boleros realizan su trabajo en parques, oficinas públicas, privadas y en la vía pública.
Este día, en Río Blanco, dos lustradores de calzado con más de 20 años de ofrecer sus servicios en la plazoleta José Azueta, también conocida como Alameda Central, recibieron dos módulos semifijos de atención a clientes.
Los módulos constan de estructura metálica, silla para el cliente y lonas para cubrirse del sol y la lluvia, quedando como prototipo para la fabricación de otros módulos.
Los lustradores de calzado, Roberto Bautista Roque y Antonio García Limón, agradecieron el apoyo material que representa el mejorar el servicio que brindan a la población.
Bautista Roque, expresó sentirse muy a gusto y contento porque a 22 años de dedicarse a lustrar zapatos, al fin recibió un módulo para realizar su trabajo con comodidad.
Otros lustradores de Nogales y Ciudad Mendoza señalaron que estás iniciativas deben llegar a todos los Ayuntamientos para un servicio que goza de una amplia clientela.