La política de “soberanía energética” impulsada por la Cuarta Transformación está afectando la salud de poblaciones asentadas en los límites de Veracruz, Tabasco y Chiapas, es decir, en la región conocida como las Cuencas del Sureste.
Al presentar el informe Impactos a la salud neonatal asociados con la quema y venteo de gas en el sureste de México, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) y CartoCrítica advierten que la exposición a la quema de gas fósil (flaring) en mecheros se asocia con anomalías cromosómicas –cuyo riesgo aumenta hasta 87 por ciento en niveles altos de exposición– así como con otras malformaciones congénitas.
El estudio también documentó un aumento significativo en la incidencia de partos prematuros, así como en casos de bajo peso, talla reducida y dificultades respiratorias al nacer.
CEMDA identificó puntos críticos de quema en municipios veracruzanos colindantes con Tabasco, particularmente en la zona metropolitana de Coatzacoalcos. En esta franja operan el Complejo Procesador de Gas de Coatzacoalcos, la refinería “General Lázaro Cárdenas”, así como los complejos de Cosoleacaque, Morelos, Cangrejera y Pajaritos.
“Lo que ahora ocurre está particularmente asociado a la quema y venteo (Q&V) de gas que se ha venido dando en los centros procesadores de gas de Petróleos Mexicanos (PEMEX) ubicados en los estados de Tabasco, Veracruz y Chiapas, los cuales carecen de la capacidad para procesar el gas proveniente del repunte en la producción de hidrocarburos líquidos, derivado de la política de soberanía energética impulsada por el Estado, que ha concentrado sus esfuerzos en la explotación de campos terrestres”, advierte el informe.
Uno de los casos analizados es el del campo terrestre Ixachi, en Veracruz, donde –según CEMDA– la estrategia y la premura por explotar el yacimiento impidieron que se adoptaran medidas adecuadas para el manejo del gas asociado. Durante 2022, PEMEX fue multado en 4 ocasiones por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), con un monto que ronda los 14 millones de dólares, cifra que resulta mínima frente a los ingresos por 87 mil millones de dólares que la empresa obtuvo entre enero y septiembre de ese mismo año debido a los altos precios del crudo.
El análisis retoma información publicada por la agencia Reuters en 2022, donde imágenes satelitales evidencian el incremento de actividades de quema y venteo de gas en el País. Estas imágenes confirman un repunte en la zona costera del Golfo de México, especialmente en la franja que abarca Tabasco, Chiapas y Veracruz.
CEMDA también recuerda que el último gran intento por explotar gas no asociado al petróleo se dio a inicios de este siglo, con el llamado Proyecto Estratégico de Gas (PEG), el cual buscaba desarrollar este recurso en las cuencas petroleras de Burgos y Veracruz.
“Al concentrar los mayores volúmenes de gas quemado en el País, la provincia petrolera Cuencas del Sureste –ubicada principalmente entre Tabasco, Veracruz, Chiapas y Campeche– motivó la realización de este estudio para evaluar los posibles impactos del flaring en la salud neonatal, particularmente en malformaciones congénitas y otros resultados adversos al nacimiento”, concluye el informe.