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Sección: Cultura

Rafael Zamarripa Castañeda: Una vida dedicada al arte

El polifacético artista estuvo en Xalapa para impartir un taller a jóvenes bailarines de folklor, en la Escuela Superior de Artes

Arturo Benjamín Pérez Xalapa, Ver. 02/09/2019

alcalorpolitico.com


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El hecho de que dsede temprana edad, un niño tenga cercanía con las artes favorece a que en edad adulta tenga la madurez emocional y las habilidades para incursionar con destreza en cualquier área, tal cual ocurrió en la vida del maestro Rafael Zamarripa Castañeda.

Con motivo de los diez años del aniversario de la Escuela Superior de Artes de Veracruz, se organizó un espléndido programa de actividades que incluyó el taller que ofreció el maestro Rafael Zamarripa a jovenes alumnos, quienes quedaron fascinados con sus clases.

"Es muy poco tiempo, seguro que con más estos jóvenes bajo mi dirección podrían encontrar logros importantes, desafortunadamente una clase no es suficiente. Sin embargo, mi intención es sembrar en ellos una clara idea, la danza no es sólo mover los pies, no es sólo danzar bailes que ya existen, sino estar preparados para la creatividad y la difusión misma de la danza", dijo.



El maestro es un artista polifacético que inició su educación formal a los 13 años en la Universidad de Guadalajara y por sobresaliente, a los 14 años ya impartía cursos de verano en la misma Universidad.

Que el arte cobije a los niños, facilita que a edad madura sus habilidades artísticas sean mayores, como es el caso del maestro Zamarripa, educado en una familia artística, lo que facilitó que su crecimiento artístico fuera pleno.

Invitado por la maestra Amalia Hernández a formar parte del Ballet Folclórico de México y patrocinadora de que estudiara en Roma, Italia, con el escultor Sandro Tagliolini, durante un año que le permitió adentrarse en ese campo de las artes plásticas.



Fundador del Ballet Folclórico de la Universidad de Colima; ganador de la medalla Lázaro Cárdenas del Río, una de las 60 obtenidas a nivel nacional e internacional; director fundador del ballet Folklórico de la Universidad de Guadalajara, invitado a la ceremonia de apertura de los juegos olímpicos celebrados en Munich, Alemania.

DESCUBIERTO POR AMALIA HERNÁNDEZ

El joven Rafael Zamarripa, cuando estudiaba escultura en la Escuela de Artes Plásticas de la UdeG, tambíen tomaba clases de baile folklórico. "El maestro nos dijo que llegaría una señora muy importante a vernos bailar, nos pidió que engrasaramos las botas para estar preparados".



"Pero esa tarde, mi pareja no llegó -cuenta- me quedé parado y la señora vio bailar a todos mis compañeros, menos a mí. ¿Tú no bailas? Me preguntó. Es que no llegó mi pareja de baile. En esa ocasión andaba una persona que no era del grupo, pero que bailaba muy bonito, no guapa, pero precioso que bailaba. Vamos a bailar para que te vea la señora. Fue así como me vio bailar y, al terminar, me dijo; te vas a venir conmigo. Vamos a viajar por todo el mundo. No señora, le repliqué, yo estudio escultura, voy a ser escultor".

«Que vas a viajar conmigo por todo el mundo. Ya, luego, te dejo becado con el escultor más importante de Roma. Y así lo hizo, me cumplió, me quedé un año, estudie con el maestro Sandro Taglioni».

"El maestro pensaba que los mexicanos eramos perezosos, que no teniamos mucha voluntad, al darme cuenta le pedí que me hiciera una prueba, como respuesta me encargó cien dibujos de iglesias, para hacerlos en ocho días. Crei que me pediría diez o doce, ante eso me puse a chambear, había plumas como de bambú, con ellas dibujaba. Cierta tarde que pintaba cerca de una fuente, el agua salpicó mi dibujo y se esparcio la tinta por todo el papel y el resultado me encantó. Esta es mi tablita de salvación -pensé- y le llevé 101 dibujos de iglesias romanas."



No fueron cien, le llevó usted ciento uno -le dije al maestro, sorprendido.

"Así debemos ser todos los que queremos lograr un espacio en la vida -respondió sonriente-, yo siendo alumno de la escuela de artes, se realizó un concurso importante en la Feria de León, Guanajuato. Pedí permiso a mi maestro de mandar una pieza. Tú no puedes, aún no estás capacitado, me dijo. Más no le hice caso y la mandé. Con esa gané el primer Premio Nacional de Escultura. Entonces ahí aprendí que debemos de pelear por un lugar en la vida. Que si te das cuenta que las cosas no están a tu favor, debes buscar que se pongan".

Después de una estancia con el Ballet Folklorico de Amalia Hernández, donde fungió como director general, coreógrafo, escenógrafo y diseñador del vestuario; se integró al Ballet Folklórico, que después sería el oficial de la Universidad de Guadalajara y una de sus primeras presentaciones fue en Coronado, California, en la reunión de 1970, ante los presidentes Gustavo Díaz Ordáz y Richard Nixon. En 1972 representó en México en la Olimpiada Cultural de Munich y participó en la ceremonia de inauguración de los XX Juegos Olímpicos de Munich.

DESTACADO ESCULTOR



Como escultor ha realizado alrededor de 60 exposiciones colectivas y 23 individuales, tanto en su país natal como en el extranjero, entre ellas destaca la exposición de 50 esculturas de gran formato en madera, “Ensamblajes”.

Autor de la emblemática escultura que está en la playa de Puerto Vallarta, El Niño y el Caballito de Mar, pedida a solicitud de un funcionario de turismo. "Después de colocada, hubo un ciclón, donde se perdió. Fue hallada, en casa de un político. Y tuv que hacer otra, que me quedó mucho mejor, es la que todos pueden ver actualmente".