Pobladores de la zona de la comunidad La Mancha, municipio de Actopan, rechazaron la instalación de una granja avícola industrial a afirmar que la obra ya está en marcha a pesar de las irregularidades del proyecto, el riesgo que representa para arroyos de la zona y el costo hídrico para la zona que superaría los 21 millones de litros anuales.
Los habitantes señalaron que proyecto es de la empresa “RS, Granos, Hortalizas y Carne, S de RP de RL de CV” bajo el nombre “Granja Avícola Ecosustentable ALP Nuestra Señora de Guadalupe de Palmas de Abajo”, a quien señalan de poner en grave riesgo el territorio, su salud y sus medios de vida.
“Alzamos la voz con profunda preocupación ante la amenaza que representa la instalación de una granja avícola industrial en nuestra región, y con indignación por las irregularidades con que se aprobó la construcción de la misma, obra que ya se encuentra en marcha”, señalaron a través de un comunicado.
Afirman que el acceso a aguas profundas con fines industriales está prohibido en esa región, por lo cual exigieron que sea detenida la obra, pues la granja estará compuesta por 11 naves de producción y se ubicaría junto al arroyo El Coyolito, cuyo afluente desemboca en la Laguna de La Mancha y en el litoral del Golfo de México, con lo que aumenta el riesgo de contaminación.
Los pobladores advirtieron que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) presentada por los promoventes y evaluada por la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) presenta omisiones graves dado que se minimiza la existencia de vegetación clave y cuerpos de agua interconectados que sostienen el ecosistema lagunar.
“La propia imagen de la figura 32 de la MIA muestra un corredor ripario y un escurrimiento que alimenta el manglar y la laguna, pero el promovente evita analizar adecuadamente su impacto. Aun cuando se propone una franja de vegetación como barrera, esta no sería suficiente para contener la filtración de escurrimientos y lixiviados hacia la laguna”, indican.
En un documento señalan que hay evidencia de escurrimientos de agua que fluyen desde el valle entre los cerros y alimentan el Caño Gallegos, con aportes tanto superficiales como subterráneos.
Y que en una región donde los frentes fríos y tormentas generan fuertes lluvias, la construcción de esta granja aumentaría el volumen de escurrimientos contaminantes, agravando la crisis ambiental de la laguna y provocando un daño irreversible.
Afirman que las granjas avícolas industriales han sido documentadas como fuentes de contaminación del agua, suelo y aire, pues además de generar olores nocivos, emiten gases con altos niveles de amoniaco, un contaminante atmosférico que afecta la salud y la capa de ozono.
“Los residuos alteran el Ph del suelo, provocando filtraciones de nitratos y microorganismos patógenos en el subsuelo. El agua circundante sufre la acumulación de amonio, sulfatos y desechos sólidos, lo que genera toxicidad para peces y otras especies, además de acelerar la eutrofización, un fenómeno que reduce la biodiversidad y deteriora la calidad del agua potable”, señalan.
A esto se suma la afectación a los manglares de la Laguna de La Mancha, una especie protegida bajo la NOM-059-SEMARNAT-2010 y que requiere medidas de conservación estrictas. Recordaron que es alarmante la huella hídrica de esta industria pues producir un sólo kilo de pollo requiere entre 2 mil 060 y 4 mil 300 litros de agua.
“Si la granja planea producir 320,000 pollos por ciclo, con hasta 7 ciclos al año, su consumo de agua superaría los 21 millones de litros anuales, una cifra abismalmente mayor a los 100,000 litros que declara en su MIA”, indicaron.
Acusaron que la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) tiene una falta de rigor en el análisis de este proyecto y que en el B00.805.8.1-1287/24, emitido por el Organismo de Cuenca Golfo Centro, concluye erróneamente que el proyecto no afecta a cuerpos de agua ni a bienes de la nación.
Por lo cual aseguraron que esta evaluación es incorrecta y debe ser revisada de inmediato. En ese sentido exigieron la cancelación inmediata de esta granja avícola industrial y el respeto a su derecho a un medioambiente sano.
“La Laguna de La Mancha es nuestro hogar, nuestro sustento y un ecosistema invaluable que no permitiremos que destruyan. Nos dicen que estos proyectos representan desarrollo, pero el verdadero progreso no se mide por la cantidad de industrias que se imponen sobre la tierra, sino por la capacidad de crear alternativas que respeten la vida en todas sus formas. El futuro no está en el agotamiento de nuestros recursos ni en la contaminación de nuestras aguas, sino en modelos de producción conscientes, con información clara y con un compromiso real con el equilibrio ambiental”, afirman.